Las enormes piñatas lanzan destellos multicolores, se trata de las clásicas estrellas que para navidad aún son adquiridas como parte de la fiesta mexicana. Sin embargo y ante la pandemia, también se realizaron pequeñas piñatas pues este año, dice su creadora, la fiesta se reduce sólo al núcleo familiar.
En el nombre lleva la penitencia. Ella se llama Angélica y como caído del cielo, el curso le ha reportado ingresos en un tiempo en que miles de personas han perdido sus empleos. El covid-19 la mantiene en casa pero como abeja laboriosa, ella no tiene tiempo para las tristezas y sus manos han creado a docenas, quizá cientos de piñatas que serán apaleadas hasta su derribo.
Ubicada en Allende y Matamoros, en la zona centro de Gómez Palacio, Angélica Castillo Hernández trabaja en su casa y para su familia. Y aunque hace sola la labor, dice que le genera mucho gusto poner su energía en algo que pensó en origen, sería solo un pasatiempo.
“Nos empezaron a enseñar una maestra de manualidades y nos dio la idea de hacer para estas fechas las piñatas. Estas son piñatas grandes pero también hacemos chiquitas, a lo mejor por la pandemia la gente no se va a reunir pero queda también la idea de que se haga algo en el patio de la casa”.
“Hicimos varios personajes chicos, lo que fue unicornios, renos, monos de nieve, caballitos, dinosaurios, de todos los personajes y sí, sí tuvimos buenas ventas, la gente sí ha respondido en lo que es la piñata chiquita, también por los niños, y ahí estamos, esperando, porque seguimos vendiendo”.
Fue hace dos años que se acercó para tomar el curso, era septiembre y una maestra comenzó a dar las clases de manualidades en una colonia vecina. Angélica aprendió y siguió el consejo de verlo como un pequeño negocio. Y aunque su venta es por temporadas solamente, apunta que después de la pandemia considerará establecerlo durante todo el año.
La piñata grande tiene un costo de 300 pesos y se entrega con todo y el palo para golpearla: ella dice que la ventaja es que éstas se pueden rellenar de dulces, en tanto que las pequeñas tienen un costo a partir de los 50 pesos. Los interesados pueden llamar a Angélica Castillo Hernández al teléfono 871 269 9220.
RCM