La tarde de este sábado, a los habitantes de los municipios de la zona de Tlaxcala, los sorprendió una granizada con el peculiar tamaño de una ciruela, un fenómeno natural que hace 10 años no se registraba en la entidad.
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La granizada comenzó en seco, es decir, sin lluvia, y empezó pasadas las 16:00 horas. Los granizos azotaban como balas en las azoteas de las casas, las ventanas, en los parabrisas y medallones de los automóviles.
Decenas de automovilistas se resguardaron, por ejemplo, bajo los puentes vehiculares de la carretera Chiautempan-Puebla para evitar el golpe y daños por los granizos de tamaño gigante.
“Miren cómo está granizando aquí, son pelotas de hielo que están cayendo del cielo, esto es una lluvia de granizo. Literal, están cayendo pelotas de hielo aquí”, narró un usuario de redes sociales.
Al momento, la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) no ha emitido algún informe oficial sobre la granizada atípica y los posibles daños que provocó.
No obstante, usuarios de redes sociales reportaron que este fenómeno alcanzó municipios de la zona conurbada de la capital tlaxcalteca, como Apetatitlán y Chiautempan, además de Contla.
“En Contla estuvo muy fuerte y fea la granizada, los granizos del tamaño de una canica”, dijo Iraís Portilla, habitante de ese municipio.
Un fenómeno pluvial similar, con granizos del tamaño de una ciruela y algunos hasta de una pelota de golf, se registró en el año 2011, con un saldo de más de 900 viviendas afectas y cientos de automóviles aboyados de la carrocería y con cristales rotos por el golpe de las bolas de hielo.
CHM