Activistas de Greenpeace México exigieron a las autoridades la creación y aplicación de la "¡Ley Antiplásticos Ya!", para evitar que estos desechos continúen generando contaminación al medio ambiente y al entorno social.
Los ambientalistas llegaron a Coatzacoalcos, Veracruz, para pedir a las autoridades municipales la clausura inmediata del basurero a cielo abierto de Villa Allende.
Colocaron una enorme manta color roja, con la leyenda “Ley Antiplásticos Ya”, sobre uno de los montículos de basura, del tiradero de Coatzacoalcos.
Ornela Garelli, campañista de Océanos Sin Plásticos de Greenpeace, declaró que en México hay decenas de basureros desbordados y sin ningún tipo de regulación que afectan la salud de las personas y dañan el medio ambiente, lo que ha desencadenado una crisis de contaminación por plásticos.
“Como pueden ver hay muchísimas bolsas desechables, es de lo que más se ve, entonces lo que nosotros buscamos es que podamos tener en México una Ley Antiplasticos, básicamente una reforma a la Ley General de Residuos, en la cual se puedan prohibir los plásticos de un solo uso, que más contaminación están generando por su diseño para ser desechables”, insistió.
Greenpeace ha diseñado un proyecto de Ley Antiplásticos, pero requieren de 130 mil firmas ciudadanas para presentarla como iniciativa al Senado de la República, por lo que las personas interesadas pueden firmar la solicitud en esta link: https://act.gp/3BliFBC
Basurero debe ser clausurado por daños al ambiente y a la salud de la población
Activistas urgieron la clausura del basurero, que opera desde 1991 en la Villa de Allende y recibe diariamente entre 350 y 400 toneladas de basura doméstica e industrial, calculando entre 45 y 60 viajes diarios de camiones con capacidad de nueve toneladas.
La superficie total del basurero es de 11 hectáreas y ya se han utilizado nueve de ellas. Este basurero debió ser clausurado desde 2017, según determinó la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente (PMA), pero sigue operando en esta comunidad de aproximadamente 23 mil habitantes, de acuerdo al censo del Inegi.
“Decidimos sumarnos a la demanda de la asociación Allende 213, del cierre de este basurero, debido a los impactos ambientales que ocasiona, pero también por los impactos a la salud que ocasionan en las personas. Estudios que ellos han realizado, demuestran que este basurero ya contamina las lagunas cercanas”, reiteró Ornela.
Aseguran que la comunidad merece tener una vida digna y vivir en un ambiente sano.
EHR