Integrantes del grupo delictivo conocido como “Los Cuernudos” irrumpieron en diez comunidades ubicadas en la sierra de Zihuatanejo en Guerrero, lo que provocó el desplazamiento forzado de 70 familias, cuyos representantes solicitaron el apoyo del gobierno del estado y de la federación, para efecto de que les permitan retomar sus vidas.
Vía telefónica, los jefes de las familias afectadas dijeron que se encuentran en un campamento, del que se abstuvieron de dar a conocer, por miedo a ser asesinados por sus agresores.
Las comunidades que ahora están bajo el control de “Los Cuernudos” son El Mamey, Arroyo Seco, La Vainilla, La Soledad, Puertecito, Pie de la Cuesta, El Zapotillo, El Abrajal, Piedras Rodadas y Paso del Burro, las que pertenecen a los ejidos de Arroyo Seco y San Ignacio, en el municipio de Zihuatanejo.
Asimismo, explicaron que ya han solicitado la intervención a favor del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), sin embargo, hasta el momento no se les ha informado nada.
“Nosotros acudimos para pedirle su valioso apoyo y urgente intervención, toda vez que estamos siendo amenazados con ser privados de la vida junto con nuestros familiares, así como también somos extorsionados por los delincuentes y a la mayoría de nosotros nos quitaron dinero y se robaron nuestro ganado”, relatan.
Explican que se trata de alrededor de 50 gavilleros, que son dirigidos por el señor Flavio Delgado Cruz y su hijo Marcos Delgado Hernández, los que operan desde comunidades como Nueva Cuadrilla y Casas Viejas.
La incursión de “Los Cornudos” en la zona se registró hace aproximadamente dos años, aunque de primera instancia se dedicaron a “trabajar” en la tala ilegal de los bosques, luego pasaron a cobrar “pisaje” a las familias, con cantidades que iban de 10 a 15 mil pesos cada una, lo que para muchos resultó impagable.
Los que pudieron pagaron hasta que les fue posible, pero después los delincuentes les exigieron ganado y hasta sus aparatos electrodomésticos, luego sobre sus celulares, rifles de caza, hasta les carteras.
Reconocieron que entre marzo y abril decidieron defenderse de los abusos y trataron de sacarlos de la zona, pero alrededor de 50 sicarios atacaron directamente las casas de los pueblos y los obligaron a esconderse en el monte.
Actualmente enfrentan una situación crítica, por eso es que buscaron el apoyo de las autoridades: “Estamos durmiendo en las cuevas, en el monte (…); nuestras casas están solas, hay casas balaceadas, nos han robado a nuestros animales, al ganado”, dijeron vía telefónica.
Muchos de los desplazados son niños que ya no pueden ir a la escuela; pues viven en la zozobra, en un campamento que se mueve de un punto hacia otro. Los desplazados piden instalación de una base militar en las inmediaciones de sus pueblos, con la intención de expulsar de manera definitiva a “Los Cuernudos”, pero hasta ahora no se les atiende.
Se deslindaron de cualquier vínculo con actividades ilícitas, pues sobreviven de la ganadería, la siembra de maíz y hortalizas.
“Un señor tenía 70 cabezas de ganado y se las quitaron, no le dejaron ninguna; también andan queriendo agarrar a muchachillas por la fuerza para llevárselas, es una situación muy fea”, aseguraron.
DA