No es biólogo, tampoco agrónomo, ni arquitecto paisajista, ‘El hijo del jardinero’, como lo identifican sus casi 2 mil 500 seguidores en redes sociales, es un espejo del interés ciudadano de integrar mayores espacios verdes en áreas domésticas para dar la bienvenida al color de las flores que con sus tonalidades despiertan el interés en el cuidado de los ecosistemas.
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Jorge Iván González García, está por cumplir 28 años edad y desde hace dos años decidió transformar la aridez del patio de su casa en un jardín con flores ornamentales para recibir de esa manera a la naturaleza en su hogar, pero fue hasta la pandemia que decidió abrir redes sociales y compartir sus avances en la jardinería.
Influencer 'verde'
Años atrás se interesó por influencers que en sus publicaciones mostraban flores, jardines, paisajes que lo acercaban al deseo de meter manos en la tierra y cambiar el estado desértico con el que la mayoría de los habitantes del semidesierto encuentran los patios de sus casas tras adquirirlas.
Hasta que decidió dejar de ver las flores en las fotos, para admirarlas desde su ventana. Se considera apenas un aprendiz de jardinero, aunque ha investigado y estudiado para conocer la ubicación más apropiada según las características de cada especie.
“En jardinería la prueba y error deja grandes aprendizajes, es en el cuidado y la atención de cada planta como se aprende más sobre ellas”.
Refugio en pandemia
Cuando el mundo detuvo su entonces marcha normal y sus habitantes debieron resguardarse en sus hogares para combatir el avance de la pandemia por covid-19, Jorge se refugió en su patio y nacieron las redes del ‘El hijo del jardinero’.
Se asombra todavía al saber que en poco menos de cinco meses ha logrado reunir 2 mil 500 seguidores de la Comarca Lagunera, pero también de otras regiones del mundo atrapados por las fotos de sus flores y jardín.
“En ese momento me ayudó a distraer mi mente, fue en pleno abril de pandemia que comencé a compartir en redes sociales algo de mi jardín. De inmediato fui muy bien recibido, aunque me implicó tiempo para estar atendiendo comentarios y reacciones”.
Su inclinación es a la floricultura y trata a cada tallo como un ser vivo que siente y que desde su concepción puede incluso escuchar su entorno.
Graduado como licenciado en Administración de Empresas y con un empleo formal en ese campo dentro de una compañía nacional, Jorge Iván atiende sus siembras fuera de sus horarios de oficina a sus amigos virtuales, responde dudas y empieza a ser contratado para realizar pequeños proyectos de jardinería.
Se muestra orgulloso de que aquí en Torreón, exista una gran cantidad de personas conectadas con idea de llevar hasta sus hogares plantas, de sembrar más árboles y/o crear huertos familiares.
Recuerda que en Facebook existe el grupo Intercambio de plantas Torreón, en donde se comparten brotes, lo que a una persona le sobra lo dona o permuta en una cadena que diversifica las especies en los patios laguneros.
“Se demuestra que para tener un jardín en casa no siempre es necesario invertir, sino que con voluntad, experiencia y ganas de saber más sobre cuidados se pueden lograr paisajes llenos de vida”.
Ha empezado a ser contratado para asesorar pequeños proyectos que le permiten ir ahorrando de a poco para cumplir dos de los sueños de ‘El hijo del jardinero’: contar con un vivero que ofrezca plantas de la región, y costear una investigación sobre especies del semidesierto.
RCM