Un accidente automovilístico provocado por la imprudencia de los compañeros de don Juan Romero provocó que perdiera su trabajo en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin embargo, esto no fue lo más grave, pues los médicos tuvieron que amputarle su pierna y cayó en depresión, aunado a que entró en crisis económica; por ello, a sus 69 años pide trabajo con un cartel en calles del Centro Histórico de Puebla.
El poblano, ya adulto mayor, relató en entrevista para MILENIO Puebla que por su condición y la pandemia del covid-19 se vio obligado a salir a buscar empleo, sin embargo, al no contar con 70 por ciento de su pierna, ya no es contratado por ninguna empresa.
"Ya es muy difícil que me contraten. Una por mi pierna y otra porque ya soy una persona de la tercera edad, pero eso no impide que salga a las calles a pedir trabajo, trabajo, no dinero, me lo quiero ganar con lo que sé hacer, soy electricista", narró.
El día que cambió su vida
Hace más de diez años, don Juan y su equipo de tres compañeros acudieron al llamado de un reporte. Se trataba de un poste a punto de colapsar, el cual repararon; después, en horario laboral, sus acompañantes compraron alcohol y comenzaron a ingerir estas bebidas, por lo que al ver que estaban ebrios, Juan se ofreció a conducir de regreso a la empresa, pero ellos rechazaron la propuesta.
"Nos subimos al vehículo, conducía de manera rápida y aunque traía el cinturón de seguridad, volcamos y los huesos de mis piernas se rompieron de inmediato. Sentí un dolor muy fuerte, llegaron las ambulancias y me llevaron a (hospital) San Alejandro, pero la atención no fue rápida", aseguró el poblano.
En el accidente perdió mucha sangre y cayó inconsciente; horas después fue intervenido quirúrgicamente, salió del hospital y se reincorporó a sus labores, pero meses después su vida cambió completamente.
Al presentar dolor en su extremidad, don Juan acudió a su médico de cabecera, quien le dijo que se trasladara al hospital más cercano de inmediato. En el nosocomio le diagnosticaron osteomielitis, lo que afectaba directamente su hueso.
"Me cayó una enfermedad que se llama osteomielitis, la cual es la falta de calcio en los huesos. Me daban tres meses de vida. Tenía que cortarme la pierna en 70 por ciento porque ya tenía gangrena y corría riesgo. Decidí con mi familia amputarme para salvar mi vida", contó con dolor.
Tras perder su pierna aumentó la dificultad de encontrar un nuevo trabajo, ya que su esposa, quien se dedica a la compostura en prendas de ropa, no tiene un salario fijo. Por ello, don Juan sale todos los días y se ubica en el corredor 5 de Mayo y calle 2 Oriente con un letrero que dice: "Busco trabajo, soy electricista".
Los precios de sus servicios son económicos y van dirigidos a fallas eléctricas en casas, industrias y empresas. Don Juan puede ser contactado a través del número 22-25-87-88-12 para cualquier servicio eléctrico.
CHM