De 'chamaco' mi padre me inculcó el oficio de la alfarería, ahora es mi pasión: Jorge López

HISTORIA

El artesano destacó que su sueño es que sus trabajos lleguen más lejos para que extranjeros aprecien sus obras.

Jorge López, alfarero poblano | Angélica Tenahua
Angélica Tenahua
Puebla /

Con el amor hacia el arte de realizar alfarería y con el sueño de que sus artesanías se vendan en el extranjero, Jorge López Cano, alfarero poblano desde los 12 años de edad, destacó que continúa con este oficio que se ha heredado de generación en generación, algo que comenzó por una necesidad, ahora es su pasión.

En entrevista con MILENIO Puebla, narró que a los 12 años de edad comenzó a aprender el arte de ser alfarero en el 'Barrio de La Luz'.

"Desde chamaco mi padre me inculcó este oficio, yo soy la quinta generación y ya viene la sexta con los nietos", destacó.

Relató que a su corta edad su papá lo obligó trabajar en este oficio el cual consideró como una gran enseñanza. En este contexto, resaltó que gracias a los consejos de su papá, aprendió del oficio, pues sabe elaborar desde una pieza pequeña de cazuela hasta la más enorme.

De igual forma, señaló que sabe realizar todos los procedimientos como es preparar el barro hasta quemar y vender la pieza. Ante esto, indicó que no todos saben realizar todo el proceso, así como identificar el barro o material, pues son dos clases.

El artesano precisó que son dos clases de barro, uno denominado negro y el segundo rojo, por ello se debe identificar su uso.

López Cano comentó que el barro más corriente es el que se utiliza para elaborar las cazuelas más grandes y el más fino para las piezas pequeñas que se elaboran en el horno.

"Sí yo volviera a nacer, volvería a dedicarme a la alfarería; mi trabajo me fascina, desgraciadamente yo no es lo mismo, ya son 70 años de edad que tengo, ya no puedo cargar una cazuela", expresó.

El entrevistado puntualizó que sus trabajos han llegado a Tijuana y Estados Unidos, esto debido a que cuenta con familiares en este lugar, pero indicó que su sueño es que lleguen más lejos para que extranjeros aprecien de sus obras.

"Vienen al Centro Alfarero a comprar y se van hasta Tijuana, pero mi sueño es que lleguemos más lejos, porque además de ser una arte, tendríamos un ingreso mayor", agregó.

Para concluir, el artesano refirió que tienen cinco hijos y solo uno de ellos se dedicó a este oficio.

AFM

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