Tras varios días varados en la región lagunera, la tarde de este jueves poco a poco salieron los más de mil migrantes a bordo de trenes con vagones tipo góndolas, que en esta ocasión no llevaban material mineral, ahora se utilizaron para transportar vidas, historias particulares y tan diferentes pero que coinciden en la búsqueda una mejor calidad de vida para los suyos.
Al llegar a Torreón, los patios de Ferromex sirven como punto de partida para diferentes destinos, ya que la mayoría de los migrantes tienen como objetivo llegar a las fronteras de Ciudad Juárez y de Piedras Negras o la ciudad de Monterrey, sin embargo, muchos desconocían a cuál de todos subirse ante la falta de información.
Fernando, hombre hondureño que llegó por la madrugada a los patios de Ferromex al sur de Torreón, en su trayecto dice haber conocido a varias personas que se hicieron buenos amigos, pero los caminos hacia su destino los separan y posiblemente ya no se vuelvan a encontrar.
“¡Adiós, Teresa. Adiós, Teresa!”, gritaba Fernando desde el puente peatonal que cruza las vías, a su amiga venezolana que conoció desde que ingresaron a México por Ciudad Hidalgo, Chiapas. Mientras que ella siguió hacia el norte, él esperaría al tren hacia Monterrey. “Mucha suerte, que Dios los bendiga”, siguió.
Los vagones que avanzaban transportaban entre 15 y 30 personas en cada uno, mismos que se protegían del sol con sábanas y lonas que amarraban entre sí. Sobre el suelo del vagón pedazos de cartón y cobijas los aislaban de metal caliente, para acondicionar así al que sería su medio de transporte por lo menos durante un par de días más en su travesía..
El grito de “se va a detener” hizo correr a casi cien personas que no se alcanzaban a subir el tren que se decía, iba rumbo a Ciudad Juárez. Algunos niños entre los 4 y 6 años corrían solos detrás de sus mamás que tenían ocupadas las manos con bolsas de víveres botellas de agua, sin embargo, la esperanza de alcanzarlo se iba conforme avanzaba el último vagón.
Tras el fallido intento, ahora sólo les queda esperar la siguiente oportunidad ya que aseguran, no será la última. “Vienen hacia acá miles más, todos decían que venían a Torreón”, palabras de uno de los que buscaban llegar a Juárez con la esperanza de que salga otro tren hacia Chihuahua.
Para volver a las oficinas de Ferromex, donde se están al pendiente de las posibles salidas, familias enteras se vieron en la necesidad, una vez más, de cruzar el tren que estaba detenido pero activo en labores, con lo cual arriesgaron su integridad al pasar entre los vagones o incluso, por debajo de ellos.
El grito de una niña a su mamá luego de haberla cruzado entre los vagones de un lado hacia otro, reflejó su desesperación ante la posibilidad de que la máquina avanzara de manera inesperada cuando le tocara su turno, o tal vez, porque una vez más temía que la separaran de su madre.
Así, cerca de 200 personas pernoctaron durante la noche de este jueves en los alrededores de colonias como la Brauli Fernández Aguirre o Valle Dorado, donde los vecinos y parte de la ciudadanía se acercaron a ofrecerles algo de comer o ropa para cambiarse. En tanto, se espera la llegada de más migrantes en las próximas horas.
EGO