Juan Ábrego Sánchez, de 81 años de edad, es el hombre que se salvó de milagro de ser aplastado por el árbol de trueno que cayó, debido al fuerte viento, al interior del cementerio municipal de Tampico, situado a un costado de la Avenida Hidalgo.
Narró que momentos antes había caído una parte de la rama que lo alertó del peligro que en cuestión de segundos se aproximaba ante las ráfagas de viento que se sentían con el ingreso del frente frío 8.
“Estaba trabajando muy tranquilo, primero vino una señal de nada más una rama, que no me quitó el sueño, entonces seguí trabajando con la mezcla y todo eso, empiezo a echarle en la punta de la base, ahí está la mezcla que empezaba a echar. Al término de unos 15, 20 minutos, oigo como un ruido y cae en diagonal el árbol”.
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Manifestó que como cualquier otro día, llegó a su área de trabajo, donde tiene 60 años desempeñándose como albañil y se dispuso a preparar la mezcla para reparar una tumba y asegura que recibió una señal divina, por lo que agradece al ser supremo la oportunidad de vida que le dio para seguir trabajando.
“Estoy muy agradecido con mi Dios, por haberme dejado vivir un rato más, ya tengo 81 años, ya estoy más para allá que pa’ca, pero gracias a mi Dios él me salvó la vida, me dijo Juan avientate otros diez años más, 91 años”.
El señor Juan tiene 8 hijos, 34 nietos y 12 bisnietos que, afirma, están al tanto de él, sin embargo le gusta trabajar y ganar su dinero.
“Voy a seguir aquí en el panteón, es mi oficio, nunca me ha dejado sin comer; yo voy a seguir trabajando aquí, hasta que Dios me recoja”.
Luego del susto que se llevó y ser entrevistado para TELEDIARIO Tampico, don Juan siguió trabajando en el cementerio municipal.
EAS