Con el objetivo de aumentar el consumo de hongos e incorporarlos de manera más frecuente a la dieta de los mexiquenses, desde hace cuatro años Yolanda Arana Gabriel y Azucena González, fundadoras de la microempresa familiar Myco Seta, se dedican a la fabricación de productos artesanales a base de hongos; los cuales, aseguran ayuda a prevenir muchas enfermedades entre ellas el cáncer.
"A muchas personas no les gusta el sabor y una alternativa para los niños, principalmente, es hacerlo en forma de gomitas, gelatinas, chocolates, además de tés y productos de escabeche a base de seta o ganoderma y reishi. Aunque también se pueden realizar galletas o tostadas".
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El beneficio de consumirlos, afirmaron, es que potencializa nuestro sistema inmunológico, tienen actividad anticancerígena, antibacteriana y antiviral, los tés ayudan a eso y aportan una alta cantidad de vitaminas, proteínas, aminoácidos además de ser bajos en grasas y tienen una porción de manzanilla, hierbabuena, carricillo y toronjil que también dan beneficios a la salud.
"Hay investigaciones serias que demuestran el potencial que tienen, de la ganoderma se obtienen algunos componentes de los cuales se elaboran fármacos para combatir el cáncer e incluso otros que sustituyen las quimioterapias".
Aunque por el momento solo comercializan sus dulces en exposiciones, los que son en escabeche los venden principalmente en Jiquipilco y Temoaya. Actualmente los más consumidos a nivel nacional son las setas y los champiñones, pues lamentablemente en la pirámide nutricional no se incluyen los hongos.
"Es un alimento que se deben incorporar por su alto contenido en proteínas y vitaminas. México ocupa el lugar 13 a nivel mundial en su producción y en Latinoamérica el primero, a pesar de esto, existe mucho desconocimiento por las personas".
Cultivo experimental de hongos silvestres
La bióloga que cuenta con dos sedes una en Jiquipilco, donde se lleva a cabo el cultivo, y otra en Villa Cuauhtémoc, en Otzolotepec donde se preparan los productos, asegura que más allá de los champiñones y las setas existen otras alternativas de consumo como los hongos silvestres. "Hemos sembrado los famosos clavitos del género Lyophyllum y otras especies del género Flammulina, que son consumidos en otros países y en México no".
Actualmente, detalló, hay dos tipos de hongos, los saprobios (encargados de degradar la materia orgánica como los champiñones y las setas que son más fáciles de cultivar) y los micorrícicos (forman asociaciones simbióticas con las raíces de los arboles, razón por la que no se pueden cultivar tan fácilmente). "Lo que se ha hecho es inocular plántulas de avíes o pino con los micorrícicos para que se den en los bosques".
En su caso, dijo, trabajan con la Flammulina que es endémica de nuestro país y es una especie saprobia; y el Lyophyllum que es una especie micorrícica, derivado de su proyecto de investigación de maestría y doctorado, donde encontró las condiciones para cultivarlos igual que las setas y los champiñones.
"Mi tesis está en proceso de patente y en desarrollo de una técnica que pueda ser transferible a las comunidades de Jiquipilco, al igual que la seta y el champiñón", informó Yolanda Arana.
Lo primero que hizo, explicó, fue obtener sepas de hongos silvestres para después llevarlos a cultivo experimental, es decir, buscó las condiciones tanto de sustratos como ambientales en las que pudiera fructificar.
"Se recolectaron entre 15 y 20 especies diferentes que tenían importancia para las personas y pudieran ser susceptibles de cultivo, de las cuales solo se pudo aislar micelio de cinco, de las cuales solo dos fueron sembradas".
Yolanda Arana recalcó que se trató de un proceso muy largo desde la recolección hasta la obtención de los cultivos, "ha sido un proceso de siete años, lo que vamos a patentar es el cultivo de Flammulina y Lyophyllum".
Aunque por el momento solo cuentan con una nave pequeña que les permite plantar de 10 a 20 kilos al día para la elaboración de productos artesanales, su objetivo es incrementar su producción.
MMCF