Luego del anuncio del Sindicato Automotriz de Estados Unidos, con respecto de que la siguiente semana decidirá si inicia la huelga en las empresas General Motors, Stellantis y Ford, el empresario y vicepresidente de Nearshoring y Desarrollo Competitivo de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) a nivel nacional, Jaime Guerra Pérez, expresó que de darse, se afectaría a Coahuila dada la cantidad de proveedores de las armadoras que existen en la entidad.
“El tema es que primero tuvimos una pandemia que afectó fuertemente a los automotrices, sobre todo por el tema de los microprocesadores, estuvieron parando e inclusive fabricando carros incompletos por esto, qué mal que se vayan a una huelga porque eso afectaría obviamente la competitividad, el empleo, la proveeduría”.
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Recordó que la región Sureste de Coahuila es una industria eminentemente automotriz, por lo que una huelga en Estados Unidos de las grandes armadoras tendrá un fuerte impacto.
“Sin duda que tendrá un impacto fuerte aquí con nosotros, sin embargo ojalá y no se dé porque ese esquema de huelgas quedó en el pasado, aquí en Coahuila cuantos años llevamos sin deudas”.
Complicado "blindaje" de las proveedoras coahuilenses
Ante la problemática laboral-sindical en el país del norte, Alejandro Gutierrez Gutierrez, presidente de Canacintra Torreón, lamento que poco se podrá hacer de darse un paro de labores. “No veo como se pudiera blindar la industria automotriz de Coahuila ante un impacto negativo”.
Debido a la imposibilidad de poder blindar y proteger la economía que generan las proveedoras automotrices en Coahuila, Alejandro Gutierrez mostró el panorama y lamentó que el tema es que se les mandan el producto desde el estado a esas empresas, que posiblemente estén en huelga y al estar en esas condiciones, no estarían en disponibilidad de recibir ni de hacer pedidos nuevos.
Dijo que la repercusión podría verse en la producción de vehículos, en donde se afectará además al consumidor final también.
“Es un doble impacto para las empresas que proveen en el estado, y al consumidor final de vehículos, ya que muchos de los vehículos que tenemos se fabrican ahí”. Gutierrez Gutierrez dijo que el paro de labores posiblemente lleve a despidos y a tomar otro tipo de acciones que generen otro tipo de información.
Preocupación se extiende a posible aplicación de aranceles
Para Eduardo Gajon, director del Cluster de Automotriz y Manufactura Avanzada, el problema de una posible huelga es sólo una de las preocupaciones pues el desacuerdo comercial reciente del decreto de México para prohibir la importación de maíz transgénico, luego del cual el gobierno de Estados Unidos decidió solicitar la creación de un panel de solución de diferencias en el marco del TMEC para eliminar las restricciones impuestas por México, también representa un riesgo, ya que este proceso se lleva al menos seis meses en generar una resolución.
“En caso de favorecer a Estados Unidos, este país sí podría imponer sanciones comerciales a México, sobre todo en forma de aranceles a productos exportados por nuestro país”, aseguró.
Comentó que aunque lo más probable es que dichos aranceles se enfocarán en productos agrícolas, teóricamente sí pudieran llegar a incluirse también a los productos de la industria automotriz.
Por otra parte Eduardo Gajón dijo, que el incidente más reciente de la solicitud de Estados Unidos, de iniciar el mecanismo de respuesta rápida contra la empresa Yazaki por supuestas violaciones a los derechos de sus trabajadores en el proceso de legitimación del contrato colectivo de trabajo.
Esta fue recibida en los primeros días de agosto y ante ello, las autoridades mexicanas informaron la semana pasada que rechazaban la queja laboral dado que no existían pruebas sustanciales de las alegadas violaciones.
“Si Estados Unidos decide instalar un panel para investigar el caso y dicho panel llega a determinar que sí hubo violaciones a los derechos de los trabajadores, su gobierno puede ejercer sanciones que afecten las posibilidades de la empresa Yazaki de continuar con las exportaciones de sus productos a aquel país”.
Sin embargo, consideró muy poco probable que hubiera sanciones para la industria automotriz mexicana en general.
aarp