En el estado de Puebla, el impacto de la violencia en la economía al año ascendió a 271 mil 100 millones de pesos, monto similar al 28.2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la entidad; mientras que el costo por persona es de 40 mil 678 pesos al año.
De acuerdo con el Índice de Paz México 2022 del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), el costo económico de la violencia por persona registró un incremento de 1.2 por ciento entre el año 2020 en el que inició la pandemia y el año 2022.
A nivel nacional, el impacto de la violencia en la economía mexicana ascendió a 4.92 billones de pesos, es decir, 243 mil millones de dólares, lo que equivale a 20.8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
En el país, el costo de la inseguridad fue mayor en números absolutos al del año anterior, cuando el IEP reportó un impacto de 4.71 billones de pesos, aunque en ese año representó 22.5 por ciento de su PIB.
La entidad poblana apareció con el costo per cápita por abajo del promedio nacional que es de 38 mil pesos, situación que implica una afectación grave a la economía de cada uno de los pobladores del país.
En el costo per cápita, Puebla aparece como el noveno estado con el menor impacto económico de la violencia con 40 mil 678 pesos. El estado con el menor costo per cápita es Yucatán con 12 mil 64 pesos al año; mientras que en segundo lugar aparece Tlaxcala con 19 mil 713 pesos; Chiapas es tercero con 20 mil 558; Campeche aparece en cuarto lugar con 25 mil 796; y en el quinto lugar se ubica Hidalgo con 25 mil 537. En el sexto lugar se ubica Nayarit con 24 mil 177 pesos; el sétimo lugar es Coahuila con un costo per cápita de 17 mil 820 pesos y Veracruz se colocó en el octavo lugar con 21 mil 855 pesos.
Los estados en los que es más alto el impacto económico per cápita son: Baja California con 70 mil 730 pesos; Zacatecas, 77 mil 871 pesos; Colima, 72 mil 851 pesos; Guanajuato, 51 mil 593 pesos; y Sonora, 57 mil 770 pesos.
El estudio revela que, a nivel nacional, tanto los indicadores de crímenes de la delincuencia organizada como los de delitos con violencia se deterioraron a los niveles previos a la pandemia en 2021 después de mejorar el año anterior.
“En 2020, el indicador de delitos con violencia fue uno de los más impactados por las restricciones impuestas a las actividades cotidianas a causa de la pandemia de covid-19, con una fuerte caída de las tasas de asalto y robo. El deterioro en los delitos con violencia en 2021 probablemente esté asociado con el levantamiento de las medidas de salud pública y el regreso a los niveles de movilidad previos a la pandemia. Además, el deterioro de los delitos con violencia también estuvo impulsado por aumentos continuos en los casos de violencia familiar y violencia sexual”, destaca el análisis.
En 2021, el impacto económico de la violencia fue más de siete veces mayor que las inversiones públicas realizadas en atención médica y más de seis veces mayor que las realizadas en educación a nivel nacional. De la misma, forma, en 2021, el gasto de México en seguridad pública y el sistema judicial fue igual al 0.63 por ciento del PIB, el menor de cualquier país latinoamericano o miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El impacto de la violencia en la economía se obtiene a partir de analizar los costos directos de la violencia como el gasto en las fuerzas policiales o encarcelamiento; los costos indirectos como los gastos acumulados después de cometido el delito, como algún trauma físico o psicológico; y el efecto multiplicador, la opción de reorientar el gasto en áreas que generen bienestar social, como en salud o educación.
CHM