¿Tu ex te puso los cuernos? Aquí te decimos por qué una persona es infiel

Sea matrimonio o una simple relación de pareja, si después de pasar por un engaño aún se quiere mantener el vínculo amoroso es necesario que ambos busquen ayuda terapéutica.

La infidelidad sigue siendo uno de los puntos de conflicto de muchas parejas. | Archivo
Cecilia Aguilar
Torreón, Coahuila /

La infidelidad sigue siendo uno de los puntos de conflicto de muchas parejas, pero lo cierto es que una gran mayoría sigue queriendo pensar que es posible tener una relación monógama, pero a veces, algo falla y el engaño se produce de manera casi inevitable y derivado de distintas situaciones.

De acuerdo al sociólogo y catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, Óscar Salazar, al observar la sociedad, “la pregunta que yo siempre me hago es la siguiente, qué tipo de seres humanos crea esta sociedad de consumo, pues desde que naces te entrenan para hacer cosas, no para ser mejor persona”.

“Obviamente no recibes una educación ni una inteligencia emocional que le de solidez y madurez a tus emociones, para que cuando llegue el momento de una relación de pareja esta sea madura y comprometida del uno al otro”, expuso.

Comentó además que, “lamentablemente eso no se logra en esta sociedad, dado que hoy en día no existe la intención del compromiso.

“El sociólogo polaco Zygmunt Bauman, en su libro El amor líquido, afirma que hoy en día las relaciones son tan volátiles que así como las mercancías, también traen su sello de caducidad. Yo no veo a la nueva generación interesada en construir compromisos serios y profundos, pues tú hablas con ellos y hablan del free, de las relaciones libres y sin compromiso”.

Dijo que, “cuando llega ese momento, la pareja empieza a ver al otro lado cuando no se cumplen todas las expectativas. Además de una crisis de valores, hay una dinámica de cambio social que está metiendo en crisis a la familia tradicional”.


Más allá de lo bueno o lo malo

Para el Coordinador de la Maestría en Terapia Familiar y de Pareja de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Juárez del Estado de Durango, Esaú Aaron Rosales Cruz, el fenómeno que implica la infidelidad se debe comprender más allá de las cuestiones de si es bueno o es malo, si no desde una cuestión prioritaria de salud mental y en las relaciones interpersonales. 

Señaló que la ruptura del contrato de exclusividad sexual o a los afectos que existen en la pareja, “es considerado un acto de infidelidad y no solo tiene que llegar a la genitalidad, sino también puede llegar a ser en el plano emocional, la pérdida del afecto de la pareja o depositar en otra persona”. 

Reveló que uno de los motivos más comunes por el que las parejas acuden a la atención psicológica en el área de terapia de pareja es la infidelidad, “alrededor del 30 a 40 por ciento de la consulta que normalmente llega con nosotros, suele ser por esa causa”. 

Al cuestionarlo sobre si la infidelidad de la mujer ha rebasado la del hombre expuso, “yo creo que más que definir quién lo hace con más frecuencia, si los hombres o las mujeres, lo más importante es entender por qué pasa”. 

“Es que pueden no estar casados, pero sí exigir fidelidad si se determina que su contrato es monogámico y exclusivo, aunque eventualmente existirán parejas que definen su relación de otra manera, que actualmente se conoce como abiertas de constructos o conceptualizaciones actuales, pues ahí son otro tipo de situaciones”. 

Mucha gente cree que cuando se vive una infidelidad, sin importar quien de los dos la cometa, representa la finalización del vínculo amoroso, “puede ser, pero puede ser que no, cada pareja tendrá que tomar la decisión, eso sí, es recomendable que cuando se viva una situación de esta naturaleza, acudan a la atención con un profesional, pues el trabajo de nosotros si ellos deciden quedarse juntos, es lograr que se queden de manera sana y si deciden separarse, es que también su separación lo sea”.

Prohibida desde San Agustín

De acuerdo a Arturo Macías Pedroza, vicario general de la diócesis de Gómez Palacio, párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia, encargado de la Pastoral Familiar y Pastoral de la Vida a nivel Diocesano, la infidelidad siempre ha sido condenada en toda la iglesia.

Aunque en un tiempo era menos condenable para el hombre que para la mujer, debido a las costumbres de aquel tiempo de que la mujer pertenecía al hombre, pero desde San Agustín está prohibida para ambos. 

“Dicen que ahora ya es muy normal o está muy de moda, pero no por eso se puede decir que ya se permita o que ahora sea más válido”, dijo el sacerdote. 

La infidelidad es la pérdida de la grandeza del amor, comentó, “yo soy todo para ti cuando hay verdadero amor, ni siquiera se piensa en otra persona, pero es tan fácil caer en eso, por ejemplo, cuando le llega una cartita al marido por parte de la vecina, donde le dice llámame ese es mi número”.

Exclusividad y respeto

Es muy fácil, dijo, cuando no hay verdadero amor o compromiso, pero lo cierto es que el amor verdadero en el matrimonio exige exclusividad, exige el respeto y el cuidado para los hijos, la formación y protección de ellos, exige fidelidad y eso públicamente se ratifica en el matrimonio”. 

El párraco señaló también que, “me preguntan qué hacer para evitar esto, entonces, la respuesta es fácil, es retomar esos valores fundamentales del amor y del matrimonio, pensar en los hijos y frenar los inicios de un flirteo. Perrear es simplemente rebajarse a ser animales, seguir tus instintos es renunciar a todo lo que te hace humano, que son sentimientos, inteligencia, voluntad compromiso, historia, valores y promesas, es lo que nos hace humanos, no solo le estoy fallando al otro, me estoy destruyendo a mí mismo, a mí dignidad y a mí grandeza como persona única”.


CALE

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