Al comenzar la distribución de los riegos de presiembra del Ciclo Agrícola 2024, productores usuarios de diversos módulos de riego confían que pese a la poca disposición del agua en las presas para atender el ciclo agrícola, se pueda tener un buen año agrícola, según comparte Ernesto Vélez Carrillo, Gerente del Módulo Jiménez.
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Hizo ver que al circular el agua por los canales de riego de la zona de La Laguna, los socios de este módulo que abarca 19 ejidos de los municipios de Gómez Palacio, Francisco I. Madero y Tlahualilo, están considerando la siembra de unas 2 mil 700 hectáreas, es decir, 400 hectáreas menos que el año pasado debido a que ahora el volumen fue más reducido por el bajo almacenamiento de agua en las presas.
Reducen volumen de agua
Detalló que en el ciclo agrícola 2023 el volumen a extraer de las presas fue de 900 millones de metros cúbicos y ahora se redujo a 800 millones de metros cúbicos, es decir, cien millones de metros cúbicos menos, con lo que se irrigarán unas 45 mil hectáreas de cultivo en toda La Laguna de Durango y Coahuila.
“Estamos aquí en el kilómetro 18, punto de aforo donde se nos entrega el agua por la Comisión Nacional del Agua, esperando unas horas para recibir aquí en este punto de control y estamos optimistas de que podría ser un buen año agrícola para todos”, dijo.
El directivo explicó que el año pasado la dotación por productor fue de 1.080 hectáreas y bajó a las .90 áreas que se les asignó este año 2024, lo que es una repercusión de estos ajustes a la baja en la distribución.
Sin semilla de calidad
Otra amenaza en puerta, dijo, es que no encuentran la semilla de calidad que necesitan para la siembra de forrajes que es la silo miel, ya que es la única que se adapta a las condiciones climáticas de la región y ofrece buen rendimiento, pues el año pasado se enfrentaron a ese problema y hubo pérdidas millonarias al usar otro tipo de semilla que al sacar cosechas precoces redujo hasta un 50 por ciento la producción de maíz forrajero, ya que mientras la Silo Miel les produce de 55 hasta 60 toneladas por hectárea, con la que se experimentó sacaron poco más de 30 toneladas.
El problema, recordó, es que no hay gran cantidad de sacos de esta semilla que dejaron entrar y ya con la tierra preparada y el agua encima, los productores se vieron desesperados por lo que tuvieron que meter otras semillas.
“Ahora, esperamos que se complete con las existencias o bien que encontremos una semilla que ofrezca rendimientos a los 120 días, a fin de que en julio o agosto ya están cosechando”, dijo Vélez Carillo.
Por último, dijo que frente a estas limitantes del agua, los productores hicieron un esfuerzo para preparar mejor sus tierras a fin de tener una mayor eficiencia en los riegos y evitar en consecuencia menos desperdicio, lo que se traducirá a una buena cosecha, esperando solamente que los precios se mantengan en buen nivel.
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