En conmemoración al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, este fin de semana un contingente de madres que conforman la asociación Tribu Noas se concentró en la Plaza Mayor junto a sus hijos para iniciar una protesta pacífica denominada "Infancia y Mujeres que cuidan", para visibilizar el tema de la violencia de género y exigir el poder transitar de manera segura junto a sus menores.
La activista y columnista de MILENIO, Nadja Milena Muñoz, indicó que la asociación tiene ocho años de vida y ahora colabora en un proyecto conjunto con el Museo Regional de la Laguna (Murel), así como con la psicóloga Carolina Luna quien apoya en las terapias ofrecidas a los círculos de confianza.
“Prácticamente en todas las fechas salimos a marchar y a concentraciones pero nos hemos dado cuenta que las maternidades siempre están hechas de lado cuando es la parte más importante de la sociedad, entonces nosotras trabajamos con una agenda anual y en esta ocasión nos venimos a la Plaza Mayor en vez de estar en el Museo para llamar un poco más la atención sobre lo que estamos tratando de enseñarle a nuestros hijos”.
De esta forma realizaron algunas pancartas con el objetivo de visibilizar el trabajo que implica la maternidad, donde se hizo énfasis sobre la erradicación de la violencia toda vez que las agresiones hacia las mujeres, en su mayoría, son normalizadas en el ámbito social pero también el familiar, cultural y económico, en tanto que a los hombres que son padre no se les cuestiona su quéhacer en la estructura familiar o laboral.
“No podemos ir a una entrevista de trabajo sin que nos pregunten en dónde vamos a dejar a nuestros hijos. Ya desde ahí empieza a escalar la violencia... entonces estamos aquí visibilizando la violencia que como madres vivimos aunque somos las que sostenemos al mundo: desde la crianza, el quedarnos en casa, sin nosotras el mundo se detiene”.
Las mujeres dijeron que también esta discriminación se aplica en centros comerciales, restaurantes y otros establecimientos que no les permiten el acceso con sus hijos.
“Vivimos un montón de niñofobia y adultocentrismo que inevitablemente nos afecta a nosotras; yo no puedo ir a un lugar donde discriminen a mis hijos porque inevitablemente me están discriminando a mí”.
Nadja Milena explicó que muchos establecimientos después de vivir la contingencia sanitaria ante la presencia del nuevo coronavirus, se quedaron con la reglamentación pandémica, que de por sí eran limitantes y que aseguran, atentaron contra los derechos humanos de los menores.
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“Este no es el discurso principal aquí pero sí la idea es que el mundo empiece a ver que las madres realmente hacen todo el trabajo porque el hombre lleva dinero a casa, un salario fijo pero si no alcanza, la mujer vende de catálogo, vende gorditas, hace lo necesario para que los niños estén bien, y aún así somos invisibles.
“Las pensiones son una burla, funcionan en lo que el papá pueda dar, no lo que el niño necesita aún y cuando las mujeres funcionamos en torno a lo que los niños necesitan y todo el mundo está basado en el trabajo que nosotras no cobramos que es criar, cuidar, atender un hogar a través del comercio o trabajo informal”.
Actividades organizadas por Tribu Noas
La entrevistada dijo que Tribu Noas realiza dos actividades nacionales cada mes. El primero es el Tianguis Galáctico que busca crear un espacio de comercio e intercambio a las madres, pero acotó que su módulo fue desplazado porque les informaron que debían uniformar criterio y presentarse como artesanas, a pesar de que las madres no tienen tiempo para desarrollar artesanía y venden lo que pueden.
La segunda actividad es el Círculo de Confianza que a través de la guía de una psicóloga, apoya a las mujeres a sanar después de ser violentadas. De manera activa participan dos docenas de mujeres. La colectiva está abierta para que las interesadas puedan sumarse toda vez que saben que socialmente las madres mujeres no tienen los mismos derechos ni el mismo trato.
“El Tianguis Galáctico era el único mercadito que cuidaba que las mamás tuvieran un espacio de intercambio comercial y como no somos artesanas ni artistas sino mujeres que tratamos que nuestros hijos sobrevivan nos quitaron ese espacio. Ahorita el Museo Regional de La Laguna nos recibió, vamos a tener el Tianguis Galáctico en diciembre en el Murel, institución que nos ha estado recibiendo durante todo este año”.
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Sgg.