Para el Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agrícola y Pecuaria (INIFAP) la presencia de superficies sembradas con sorgo forrajero con bajo rendimiento productivo, es derivado de tres factores, siendo el primero el uso de semillas no aptas para la región, segundo al cambio climático al registrarse en mayo lluvias atípicas y tercero la falta de riegos oportunos a causa del manejo poco eficiente en los Módulos de Riego.
Así lo aseguró Juan I. Sánchez Duarte, responsable del Programa de Investigación del Forraje del Campo Experimental La Laguna dependiente de este organismo gubernamental, quien precisó que lo anterior se deriva del trabajo de evaluación que se ha venido aplicando desde el año pasado y el actual en algunos de los puntos o parcelas donde ha presentado este fenómeno que afecta el desarrollo vegetativo que traerá pérdidas a los productores.
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Lo anterior se deriva de la denuncia hecha por productores de sorgo de haber sido engañados por segundo año consecutivo al recibir "gato por liebre", al comprar y sembrar una semilla que en vez de levantar 45 a 50 toneladas por hectárea, apenas obtendrán 18 toneladas de sorgo por hectárea a lo mucho, culpando a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de no vigilar la certificación de la semilla.
“Nuevamente se vuelve a manifestar una gran variabilidad en el desarrollo y rendimientos del sorgo forrajero durante el ciclo de producción de primavera del 2024 en la Comarca Lagunera. Este problema ya se había presentado durante el 2023 y en ambos años un número considerable de productores de este forraje ha sido seriamente afectados debido a que los rendimientos obtenidos no permiten amortiguar la inversión que realizaron para cubrir los costos de producción del cultivo”, añadió.
Explicó que en los últimos dos ciclos de producción (2023-2024) se ha notado una gran variabilidad genética entre las variedades de sorgo que se están sembrando, algunas de las cuales, definitivamente no son aptas para la producción de forraje.
Detalló que se trata de algunas variedades de sorgo con porte bajo, con las que no es posible alcanzar los rendimientos obtenidos que se tenían en años anteriores a los ciclos de producción ya descritos.
El problema, dijo el entrevistado por Milenio, es que algunas de estas variedades de sorgo llegan a la región sin haber sido evaluadas estrictamente bajo las condiciones climatológicas de la Comarca Lagunera antes de salir al mercado.
Debido a esto, agregó, es que se desconoce exactamente su potencial de rendimiento en esta región con anticipación a su siembra, ya que las variedades llegan directamente a venta y se está asumiendo que su potencial productivo será similar a la región donde fueron generadas. “Sin embargo, ya lo hemos visto que no es así”.
Aunado a este problema, tenemos que reconocer que las condiciones climáticas de la Comarca Lagunera están cambiando y que en años con temperaturas fuera de los rangos donde se desarrolla adecuadamente el sorgo, los rendimientos de estas variedades de porte bajo terminan siendo aún más bajos.
“Este fenómeno lo observamos durante el ciclo de producción del 2023 ya que tuvimos temperaturas más bajas durante la noche y día que las que requiere el sorgo para un buen desarrollo, es decir, al sorgo le gusta el calor y en esa ocasión se rompió con ese entorno climático al presentarse climas frescos y a eso se atribuye lo sucedido el año pasado”, añadió el investigador del INIFAP.
Temperaturas más cálidas durante la noche y el día en 2024
En tanto, explicó que las temperaturas del 2024 fueron más cálidas durante la noche y el día, por lo que el sorgo no debió de haber tenido problemas para desarrollarse adecuadamente como se están dando en algunos municipios de La Laguna.
Sánchez Duarte refirió que la expresión del bajo potencial productivo que tiene actualmente el sorgo está fuertemente asociado a la variedad y probablemente a otros factores del manejo agronómico del cultivo.
“Aunado al problema de las variedades no aptas para forraje, tenemos también que reconocer que el manejo del agua de riego para el sorgo en muchos predios durante el 2024 no fue el más correcto. Esto ocasionó, que, en algunos casos, el cultivo recibiera su primer riego de auxilio entre los 50 y 60 días, lo que afectó aún más su desarrollo; ya que la fase vegetativa del sorgo, que es donde más desarrolla la planta, se viera seriamente afectada”, determinó basado en estudios científicos.
Hizo ver que bajo ese contexto, el INIFAP recomienda que se evalúen correctamente y con anticipación a su comercialización las variedades de sorgo en esta región, ya que solamente de esta forma se garantiza no tener el problema que se tiene actualmente con la semilla no apta.
“Si estas evaluaciones se hacen de manera adecuada y durante varios ciclos, se considera la variación climática, que en algunos años puede ser buena y en otros, mala. Pero se observa el comportamiento potencial que puedan tener también estas variedades al cambio de temperaturas”, agregó.
Por ello, recomendó empezar a dar un mejor seguimiento al manejo del agua de riego para los cultivos, toda vez que el riego es extremadamente importante para el desarrollo adecuado de los cultivos y en condiciones de estrés por temperaturas anormales, el riego puede mitigar significativamente estos problemas de estrés.
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