Proveniente de Guatemala y con un tiempo de sesenta días de travesía por territorio mexicano, en el que ha sorteado toda clase de peligro e incluso cayó del tren en movimiento, donde afortunadamente sólo presentó algunas escoriaciones, Pedro, de 34 años de edad, sigue con la esperanza de llegar e internarse en territorio de Estados Unidos en busca de una mejor oportunidad de vida.
En esta ocasión pasó la noche bajo la estructura metálica del kiosko que se ubica en la plaza pública de bulevar Constitución y calle Salvador Creel de la colonia Fovissste Nueva los Ángeles, de la ciudadanía de Torreón, Coahuila, donde aún a las 10 de la mañana descansaba y dormía en espera de un mejor clima para continuar en su camino.
Al escuchar el paso de algunas personas que ya caminaban por el lugar, despertó sobresaltado y de inmediato tomó su frágil y delgado cobertor para sentarse en una de las bancas, como pensando en que nuevo desafío enfrentará en su prolongado viaje hasta lograr su objetivo del ansiado sueño americano donde muchas personas han perdido incluso la vida en el intento.
Al ser cuestionado sobre el motivo de pasar la noche en el lugar y a baja temperatura, levantó la mirada donde se logró apreciar un gesto de tristeza, y con palabras entrecortadas indicó que salió de Guatemala desde hace dos meses con la esperanza de llegar a la frontera e internarse en Estados Unidos en busca de un trabajo que le permita su manutención y enviar lo más pronto posible dinero a sus seres queridos que dejó atrás.
Mencionó que es padre de una niña de 12 años y de un niño de 2, a quienes dejó al cuidado de su pareja, la que de momento realiza trabajo de limpieza en algunas casas para ganar algo de dinero y subsistir.
"Conozco el riesgo que implica un viaje como el que yo realizo al igual que miles de personas que a diario abordan el tren al sur de México, pero la falta de oportunidad de contar con un empleo bien pagado, es lo que se convierte en terrible necesidad de buscar el sueño como le conocen 'americano', y de llegar a lograr el objetivo pese al riesgo podría tener una vida mejor al igual que mi familia".
Mencionó que viaja sólo, ya que de hacerlo en grupo como otros lo hacen, daría más oportunidad a ser detectados por personal del departamento de Migración, por lo que apenas cae la noche y busca un lugar para dormir y descansar, y ya por la mañana solicitar en cruceros algunas monedas a conductores para comprar algo de agua y alimento y seguir en su camino.
Pedro señaló que a inicios del viaje al momento de descender del vagón del tren en movimiento, perdió el equilibrio y cayó, pero con tan buena suerte que alcanzó a librar las ruedas y solo resultó con raspones en diferentes partes del cuerpo, por lo que ya tiene mayor cuidado al momento de subir o bajar cuando se requiere.
"Tengo comunicación por teléfono celular con mi esposa e hijos donde me piden que regrese a su lado y buscar la manera de vivir en Guatemala, pero me niego volver ya que en 13 años en Guatemala donde hacía trabajos de lo que sea, nunca logramos tener ni siquiera una vivienda propia y apenas si teníamos para comer".
"Por todo lo anterior y por mis hijos me armé de valor para buscar el sueño americano y llevó a efecto el viaje con la esperanza de cumplir mi objetivo, donde a diario mi único pensamiento es lograr un mejor empleo para enviar dinero a mi familia y quizá en un futuro traerlos conmigo, ya que en nuestro país de origen siempre viviríamos en la misma pobreza".
EGO