Colectivos ProMigrantes en La Laguna, red solidaria en medio de la penumbra: "aún existen personas buenas"

La migración no sólo puede percibirse desde la tragedia, dolor y muerte, sino también ha propiciado la solidaridad y empatía de pueblos completos.

Paso de migrantes por La Laguna. | Rolando Riestra
Luis Alatorre
Nazareno, Durango /

Enfenómeno migrante en México  no sólo puede percibirse desde la tragedia, dolor y muerte, sino también ha propiciado la solidaridad y empatía de pueblos completos que se han organizado para hacer más ligera la travesía en el tren de estos miles de sudamericanos, africanos o haitianos que ven a La Laguna como paso seguro a su objetivo de cumplir el sueño americano.

Uno de estos pueblos es Nazareno, del municipio de Lerdo, ubicado a unos 27 kilómetros de Torreón, donde hace un año se formó la asociación 'Ángeles de Nazareno', un colectivo compuesto por habitantes de la propia comunidad y que es auxiliada por otras agrupaciones, a fin de hacer llegar a estos aventureros lo más elemental: que son alimentos como ropa y, de ser posible, con la sensibilidad del maquinista en turno, poder parar un poco, tomar un descanso, un baño, pero sobre todo recibir la calidez humana que mucho necesitan.

Wendoline Olvera Carreón, representante y fundadora de este colectivo, explica que a la vuelta de un año que comenzaron con esta misión, la ayuda migrante se ha convertido para su pueblo en una forma de vida, en una tarea existencial como seres humanos, e incluso en lo personal en un reto para aprender más al recibir la oportunidad de estudiar un diplomado sobre “Proyectos de Migración y Derechos Humanos” que se imparte en la Universidad Iberoamericana Campus Torreón, desde el cual podrá capacitarse para defender a los migrantes frente a posibles abusos de autoridad.

Añade que sin la amenaza constante de una red de complicidades entre autoridades y delincuentes en el tráfico de personas, cuando unos les quitan el dinero y los otros la vida, existe por fortuna otra red que ayuda en su defensa y protección, ya que desde Guanajuato hasta Coahuila, existen unas seis organizaciones que de manera estratégica y coordinada se dedican a ayudar a los miles de migrantes que va a bordo de La Bestia en su destino final a Ciudad Juárez, Piedras Negras o Laredo.

El tren arribó a las 8 de la mañana en la estación de Nazareno, parece interminable su punta trasera, pero a lo lejos y desde el nivel que permite la locomotora, se aprecian las cabezas de cientos de personas, adultas o menores, mujeres y hombres, que sobresalen de la parte posterior de los furgones que cubiertos del rostro, gorras, camisas de manga larga e incluso guantes, se preparan para en cualquier momento seguir en la ruta, donde pasarán por Gómez Palacio y de ahí a Chihuahua hasta llegar a la frontera de Ciudad Juárez, para de ahí su nuevo intento por cruzar a los Estados Unidos de Norteamérica.

“Hace un año empezamos con esta ayuda humanitaria al ver las condiciones en las que venían y la forma en que nos pedían agua y comida, sin pensar que prácticamente todo este proyecto literalmente rompería fronteras. Hasta el día de hoy hemos conformado una red de apoyo sumamente grande que comienza desde Irapuato Gto, siendo el punto de partida de nuestros hermanos migrantes en el tren y conforme avanza se les viene brindando el apoyo de los diferentes colectivos y comunidades en los distintos estados por los que viene transitando”, relata.

Colectivos de red solidaria

Esta red solidaria está compuesta por seis colectivos: “Amigos del Tren México”, de Irapuato, Guanajuato; “La Estación” de Encarnación de Díaz en Jalisco; "Campamento Lagos Apoyo a Migrantes” en Lagos de Moreno, Jalisco; “Grupo Nueva Esperanza”, en Ojocaliente, Zacatecas; “Apoyo a Migrantes” de Zacatecas, dónde además este último colectivo abarca otros puntos como "Estación Camacho”, Estación Simón” y aquí en “Ángeles de Nazareno”, que abarca desde Estación Acacio, Flor de Jimulco y Jalisco, Coahuila; Picardías y Nazareno, Nazareno II, como El Chorrito, Durango.

Asociaciones que se han sumado

Aunado a lo anterior, se han sumado otras asociaciones de apoyo que con insumos han aportado para llevar alimentos, como:

  • La Posada del Peregrino, de Cáritas
  • Casa del migrante, Torreón, Coah.
  • Comedor de Día para Migrantes.
  • DIF Municipal de Lerdo, Dgo.
  • Dispensario “Dios es Clemente y Misericordioso”.
  • Panadería Don Carlos, Nazareno, Dgo.

Sacerdote Aurelio

“Es tan satisfactorio ver cómo todavía existen muchas personas buenas. A lo largo de este año hemos vivido diferentes experiencias, tristezas, alegrías, sentimientos encontrados; pero así mismo te puedo decir que hemos fomentado muchos valores en las familias de nuestra comunidad, sobre todo la empatía porque es muy fácil juzgar sin ponerte en los zapatos de los demás”, añade al concluir la entrevistada.

Raudy José Cadena Echeverria de Maracaibo,Venezuela, su oficio es babero

“Salimos desde hace tres meses de nuestra tierra para llegar hasta aquí. Nuestro retraso es porque no tenemos plata; hay gente en el camino que te dice que te va a ayudar, pero te hace regresar, te golpean, pero uno tiene que seguir avanzando pese a las humillaciones”.
“Vengo con mi familia, con hermanos, primos, hijos, donde venimos lo mismo otras familias venezolanos, ecuatorianos, colombianos y hay también gente de Haití. Mi hermano fue secuestrado, después yo pase por lo mismo, no me rendí y seguí trabajando para reunir dinero para llegar a Estados Unidos”.

Luis Romero de Cartagena, Colombia, su oficio es de albañil

“Nosotros salimos el 24 de junio del año pasado, duramos tres meses en Costa Rica, llegamos luego a Guatemala y ahora en México, pero donde llegamos trabajamos y gracias Dios la gente aquí nos ha ayudado, pues como en todo hay gente mala, pero también muchos buenos”.
“Definitivamente ya no volvemos a nuestra país, aquí venimos familia, salimos de allá por las pocas oportunidades de trabajo que tenemos, es precario , pagan muy mal y a veces ni le pagan a uno, no hay prestaciones ni nada. En nuestro país para tener una casa uno tiene que trabajar dos vidas”.

Kenneth Discua de Tegucigalpa, Honduras, actualmente es jornalero

Salimos desde el 19 de diciembre del año pasado de nuestro país, pero ya me han regresado dos veces, una de la Ciudad de México y otra de Veracruz, en las dos a Villahermosa, Tabasco, en donde he partido nuevamente. Trabajamos veinte días a un mes y avanzamos hasta donde nos alcanza el dinero y luego volvemos a pedir trabajo y así sucesivamente.

A mi no me han golpeado, vengo con mi esposa y mis dos hijos Juiny y Alexa, no tengo familia en Estados Unidos, pero mi idea es llegar allá a buscar un mejor futuro para mi familia con el favor de Dios. Me salí de mi país por la violencia, la falta de empleo, nadie puede vivir en un país donde la canasta básica está carísima, por las nubes digo yo, pues tan sólo un cartón de huevo está en 170 pesos.

arg


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