Familiares y amigos dan el último adiós a la familia Cortés, la cual lamentablemente murió dentro de su hogar en un incendio, ubicado en la colonia Miguel de la Madrid de Gómez Palacio.
A partir de las 06:00 de la tarde del martes, llegaron los tres féretros al Panteón del ejido La Unión, donde los esperaban para pasar el último momento Juan Francisco (padre), Sergio y Kiko (hijos).
Los tres ataúdes fueron puestos en la Capilla del Panteón, donde sus familiares elevaron algunas plegarias, cuando un sacerdote ofreció una misa de cuerpo presente.
Entre llantos y gritos de dolor, los presentes no podían creer que había sucedido y en la manera en la que murieron Francisco, Sergio y Kiko.
No había donde sepultarlos
En el momento que se terminó la misa, se presentó un contra tiempo muy desagradable para los familiares de los fallecidos, ya que las gavetas donde serían depositados y sepultados, no estaban listas.
Sólo se escarbó para dejar listo el pozo, pero no se construyeron las gavetas, por lo que esto enfureció a los familiares, que terminaron corriendo al albañil que había hecho el pozo.
Por su parte, Antonia García, familiar de los fallecidos, dijo con mucha tristeza y entre sollozos que los albañiles le faltaron al respecto a sus primos y a su tío, ya que no dejaron listas las gavetas para sepultarlos.
“No se vale, no es justo que hagan eso, que jueguen con el dolor de uno”, dijo enojada y añadió, “yo me agarre con el pelado y con sus ayudantes, quienes estaban tomando cerveza y todavía el muy descaro me dijo que aquellas no eran sus cervezas, sino las que se estaban tomando”.
Comentó que algunos familiares tuvieron que hacer el pozo más profundo y construir las gavetas, ya que los tres cuerpos serían sepultados en un solo lugar.
“Los corrimos porque ya no queríamos que estuvieran aquí, además les pagamos mil 600 pesos, para que nos hicieran el favor de hacer las gavetas”, expuso.
Aseguró que todavía querían más dinero para hacer las gavetas, cuando ellos mismos pusieron precio por el trabajo que harían.
Enfatizó que no se realizó el servicio fúnebre, ya que los cuerpos los tardaron en la Vicefiscalía General de Durango, por lo que llegaron directamente al panteón, para sepultarlos y todavía sucedió lo de las gavetas.
aarp