Puente Nazas, el gran emblema del espíritu lagunero

A partir de la avenida del río en 1968, vino la reflexión en torno a la creación de nuevas vías que interconectarán los municipios de Coahuila y Durango.

Puente Plateado en La Laguna. (Especial)
Luis Alberto López
Torreón, Coahuila /

El testigo mudo que da cuenta de una auténtica coordinación entre los habitantes de los municipios más importantes de La Laguna, cumple 90 años y mantiene una fortaleza envidiable que muchos quisieran en obras actuales: el Puente Nazas, mejor conocido como el 'Puente Plateado'. 

Recordar su historia y la de otros proyectos construidos con el propósito de unir los estados de Durango y Coahuila, sirve para entender cómo el espíritu de hermandad y colaboración en una región quedó en el discurso de los gobernantes con el paso de los años. 

El cronista Sergio Corona Páez (1950-2017) dio cuenta en su blog 'Crónica de Torreón' que durante la primera mitad del siglo XX coexistieron tres estructuras metálicas sobre el Nazas para comunicar Gómez Palacio y Torreón. 

“Estos eran los siguientes: el viejo puente negro del ferrocarril, que cubría la distancia entre ambas márgenes del río con cinco tramos de estructura metálica y cuatro pilotes de mampostería; el puente del tranvía eléctrico, con seis tramos de estructura metálica y cinco pilotes de elegante mampostería (ahora desaparecido) y el puente “naranja” o para el tráfico automotriz, con diez tramos de estructura metálica y once pilotes de mampostería”. 

Construcción del 'Puente Negro' y 'El puente del Tranvía Eléctrico'

La construcción de los dos primeros data de finales del siglo XIX y cuando La Laguna contó con su antecedente más conocido y contundente de un transporte intermunicipal. 

“Es muy interesante cómo de manera histórica los laguneros se pusieron de acuerdo para impulsar obras con fines metropolitanos y para 1900 se tenía a las tres ciudades unidas con el tranvía”, refiere el director del Archivo Municipal Carlos Castañón Cuadros. 

Explica que en el caso del conocido puente negro primero fue de madera y con el paso de los años en las primeras décadas del siglo pasado cambió por una estructura metálica que con el tiempo fue pintada de color naranja. 

Sin embargo, la obra que simboliza la unión y trabajo en equipo de los laguneros es el Puente Nazas que a lo largo de los años por diferentes hechos desafortunados de la historia comarcana ha cambiado su color de naranja a plateado. Castañón Cuadros destaca que en aquella época la sociedad era más activa en cuanto a buscar soluciones que los gobiernos no daban y por eso debían sumarse.


"Coopere y habrá puente"

“La historia nos ofrece algunas lecciones cuando vemos cómo resolvían los problemas los laguneros de la vieja guardia. Era un pensamiento de si no lo resuelve el gobierno, nosotros lo hacemos”. 

Los registros hemerográficos establecen que en 1926 fue constituida una Sociedad Anónima con el fin de recaudar fondos para la construcción de la obra con lema: coopere usted y habrá puente, sin embargo fue disuelta al pasar de los meses y en 1931 el proyecto lo retomó la organización Auto Club de La Laguna. 

Entre los promotores de la iniciativa estuvieron desde el comienzo Francisco Dingler, José Bracho, Isauro Martínez y Agustín Sarzoza

Tardaron ocho meses en construirlo y ha durado 90 años 

La construcción comenzó el 11 de abril de 1931 y concluyó el 20 de diciembre de ese mismo año. 

En esa misma fecha ocurrió una celebración sin precedentes en la que estuvieron presentes las autoridades de Coahuila y de Durango, además de una fiesta popular porque al fin había un camino que los laguneros podrían utilizar sin peligros ante avenidas del río. 

La primera edición de la revista El Puente contiene un texto de María Luisa Dingler Minarro, nieta de uno de los impulsores de la obra, y donde está detallado que en primera instancia estaba pensada una estructura de concreto, sin embargo al final fue de metal

La supervisión y seguimiento de las labores para su instalación corrieron a cargo de Francisco J. Allen, José Bracho y Carlos González Fariño, mientras que el armazón de la Fundidora de Fierro y Acero Monterrey.

Colaboración que dio identidad a la Comarca Lagunera 

La construcción del Puente Nazas refleja el acto de solidaridad y colaboración más relevante de la población lagunera. De manera desafortunada no es algo que se repita en la historia actual. 


El arquitecto especialista en monumentos y edificios históricos, Hugo Estrada Reyes, afirma que esas obras pasadas, además de una unión física, representan una unión en el espíritu de la Comarca Lagunera y tiene un significado más útil. 

“La construcción es de primera, bien realizada y diseñada. Lo podemos palpar como uno que tiene sus años, pero se conserva de manera impecable, quizá con el tiempo se ha deteriorado pero es razonable”.

Indica que el Nazas representa también un ejemplo de las construcciones que las ciudades modernas a lo largo del mundo implementaron el siglo pasado. 

“La manera en que fue diseñado nos remite mucho a una época histórica de las ciudades industriales del sur de los Estados Unidos y algunos países de Europa. Se relaciona con Inglaterra o Alemania y tiene mucha relación en una franja histórica y cierto diseño civil que se realizaba en estos países”. 

Lamenta que este tipo de construcciones o diseños no tengan nuevas ediciones en la actualidad, además de que ahora para edificar un puente las autoridades argumentan costos para hacer algo que tenga una duración corta. 

“La arquitectura moderna u obra civil tiende a buscar otras cuestiones más allá del diseño y la estética como los costos, cuando antes no se pensaba en eso y era una obra para que durara toda la vida. Debemos aprender la historia y recordar que es mejor buscar una obra de calidad que ir reduciendo costos”. 

Y reitera: “las políticas que se deben de llevar a cabo en las ciudades que conforman la Comarca Lagunera deben ser pensadas desde la perspectiva de ser una metrópoli unida de muchas formas”. 

Pero hoy por hoy el Puente Nazas sigue dentro de las figuras regionales que más pesan en el arraigo de los habitantes de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo.  Basta con revisar los escudos, estampados o postales referentes a La Laguna. 

“Es el gran emblema del espíritu lagunero porque implica la unidad más allá de sus municipios. Aparece en los logotipos de empresas, gobiernos y sociedades civiles. Incluso en el imaginario de artistas como Salvador Tarazona, Raúl Esparza y Guillermo Lourdes”.

Los puentes recientes 

A partir de la avenida del río Nazas, que dejó muchos destrozos en las ciudades comarcanas en 1968, vino la reflexión en torno a la creación de nuevas vías que interconectaran los municipios ante futuros desastres de esa naturaleza. 

El historiador Carlos Castañón Cuadros explica que por eso nació cuatro años después el puente de la calle Ramos Arizpe que hoy es el que siguen las rutas de transporte Torreón-Gómez-Lerdo


“Vino a aliviar un poco el flujo vehicular y el cruce de peatones y ciclistas, pero nuevamente en la inundación de los noventa hubo una saturación por el tráfico y por ello las autoridades locales pelearon recursos con el gobierno federal para concretar otros tres más”. 

Profundiza que así surgieron el puente Solidaridad que es utilizado para los vehículos de cargas pesada que conecta el bulevar Ejército Mexicano de Gómez Palacio y el Periférico Raúl López Sánchez en Torreón, además del Feliciano Cobián y el Salvador Creel que pasaron su más grande prueba de resistencia en septiembre de 2008 con la avenida extraordinaria del río que tuvo un gasto máximo de 450 metros cúbicos por segundo. 

En la actualidad, única obra con enfoque metropolitano

La obra más reciente para conectar ambos estados fue el Carlos Herrera (llamado inicialmente Falcón-Lázaro Cárdenas), aunque su edificación pasó a la historia como una de las más largas y accidentadas. 

El inicio de su construcción data de 2014 y los registros hemerográficos dan cuenta que el camino para concretarlo estuvo plagado por retrasos y la falta de coordinación entre las autoridades estatales de Coahuila y Durango, pese a que para su inversión fueron asignados recursos del hoy extinto Fondo Metropolitano de La Laguna. 

La entrega del puente ocurrió el 20 de diciembre de 2017 durante una ceremonia en que por primera ocasión se encontraron los gobernadores Miguel Ángel Riquelme y José Rosas Aispuro. 

Transcurridos casi tres años de esa actividad salta a la memoria que desde entonces no han entregado una obra con enfoque metropolitano.

CALE/aarp

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