La madre de Bernardo eleva los ojos hacia la derecha de su acogedora habitación haciendo un esfuerzo para recordar. Es una mujer que con orgullo dice conocer la historia de muchos de los edificios de la colonia Roma. Ha vivido en el mismo departamento durante más de 50 años, y a sus más de 80 puede detallar con precisión quiénes han habitado los alrededores de su entrañable colonia.
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Luego de los dos últimos terremotos que dañaron una vez más la Roma, en la Ciudad de México, los del pasado 7 y 19 de septiembre, la señora no hace más que mirar la ventana y por la tarde, "antes de que se meta el sol porque las almas no descansan" –dice con gran respeto-, busca la manera de salir a dar una vuelta a su cuadra para observar con mucha tristeza los daños a su histórico barrio.
Ayer, su mirada se quedó fija por más tiempo de lo acostumbrado frente a número 40 de la calle de Tepic, entre Tenango y Amealco, a dos cuadras del eje 3 Sur Baja California. Sus ojos se cerraron como si prefiriera orar en silencio antes de mostrar su tristeza al ver un edificio tan lastimado por los sismos y que aún se resiste a caer. Se trata de una construcción en lo superficial modernista, cuya historia dista de ser transparente.
El edificio de seis pisos se edificó en los 70 para albergar las oficinas de la dependencia gubernamental denominada Plan Nacional Hidráulico, que las ocupó ya bajo otro nombre a partir de 1977 bajo las siglas CPNH (Comisión del Plan Nacional Hidráulico); la decisión de dejar el inmueble fue tomada luego del terremoto del 19 de septiembre de 1985, pues el edificio resultó seriamente dañado en su estructura.
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Como si se quisiera borrar toda mala historia, el CPNH dejó la Ciudad de México y se trasladó a Cuernavaca, Morelos, otra vez con un nuevo nombre, desde entonces y hasta ahora Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
La madre de Bernardo se recarga en un árbol para tomar impulso, y luego de un respiro prolongado continúa su andar. Ya de regreso, en su casa nos cuenta que de Tepic 40 siempre se supo que era una oficina de gobierno, pero en realidad poco era el movimiento de personas que había ahí. Hasta que, si mal no recuerda –se disculpa- en 1986 el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) llegó para instalarse ahí, "lo restauraron antes, claro, lo apuntalaron, resanaron y pintaron antes".
Fue entonces cuando sí se veía más movimiento, entraban y salían hombres y mujeres al parecer importantes, por los lentes negros que usaban y los buenos abrigos que portaban, relata la mujer.
El Imcine se creó el 25 de marzo de 1983 y ocupó por casi una década el edificio de Tepic 40, incluso cuando por decreto, el 13 de febrero de 1989, pasó a ser dependencia del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), hoy Secretaría de Cultura, su sede ya era esa, en la colonia Roma. Aunque en los primeros años del nuevo siglo, prefirió salir de ahí y trasladarse a Insurgentes Sur 674, colonia Del Valle, donde hasta hoy permanece.
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"Pues como no, el edificio nunca quedó bien desde el 85, es de los que más feo se sacuden cuando tiembla", por seguridad más valía salirse, remata la señora.
Fue entonces cuando, Baha Inmobiliaria S.A. de C.V., de Bernardino Ávalos, reconocido constructor de particular manera en el Estado de México, tomó el inmueble y lo reconstruyó y vendió como nuevo. Ofrecieron en 2010 un exclusivo conjunto de 19 departamentos y un penthouse, de 100 metros cuadrados cada uno promedio.
"Pobre gente, les vendieron su casa como si fuera nueva, sin conocer realmente su historia" –con enojo y lástima finaliza el relato la señora de la Roma-.
A unos días de los terremotos de este inolvidable septiembre, Tepic 40 se encuentra desalojado y acordonado, esperando el dictamen de su destino.
ALEC