Al caer la noche en la ciudad conocida como la Tierra de Obsidiana o Lugar del camino de pedernal, sus pobladores se preocupan y se amparan en sus moradas pues no quieren ser sorprendidos por el espectro conocido como La Andalona.
Se trata de una leyenda que en el municipio de Izúcar de Matamoros, enclavado en la mixteca poblana, se ha difundido de generación en generación, principalmente de forma oral, y que forma parte del folclor mexicano.
Según la tradición popular, es el alma de una atractiva mujer vestida con un largo ropón o camisón blanco traslucido, largas uñas y el pelo largo y desaliñado. La cual siempre está con el rostro oculto, pues se muestra de espaldas a su víctima. Aseguran que esta dama en vida se la pasó en el pecado por lo que carecía de buenos sentimientos.
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Cuentan que al morir juró buscar un buen corazón para volver de las tinieblas. Es por ello que este ser se les aparece a los hombres trasnochadores, infieles, borrachos y violentos para seducirlos.
Mencionan que los atrapa a través de sus encantos, los mismos que hacen que los hombres la sigan y luego de una larga persecución, los pierde en algún barranco.
Marcan que nunca les muestra la cara y que solo lo hace cuando ya se ha “ganado” al hombre para luego acabar con él degollándolo y rascando su pecho para extraerle el corazón, que, por su maldad, nunca tuvo, para poder volver del inframundo.
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Algunos lugareños mencionan que esta mujer llega a tener múltiples formas para presentarse. Unos dicen que viste de blanco, tiene patas de gallina y que flota en el aire. Otros más señalan que cuando los hombres se le acercan, la fantasmagórica mujer les muestra su faz, que resulta ser la de un caballo o la de una calavera con algunas variantes, por lo que termina enfermándolos, enloqueciéndolos o matándolos del susto.
También dicen que en ocasiones el espectro puede adquirir la apariencia de la novia de un hombre para engañar a este y apartarlo de su camino.
Aunque la mayoría de los narradores expresan que se oculta en las penumbras de la noche, principalmente atrás de los árboles, también dicen que se la ve usualmente bañándose en tanques públicos, pilas, ríos u otras fuentes de agua artificiales o naturales, aunque también puede estar lavando ropa.
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