Han transcurrido más de sesenta años, lo cierto es que hasta estos días, en Tehuacán, aún hay quienes hablan de la "Dama de rojo", una guapa mujer que camina en los pasillos y se asoma desde lo alto del lobby de lo que era el Hotel Garci-Crespo, después Peñafiel y hoy convertido en una universidad particular.
Juan Manuel Gámez Andrade, cronista de Tehuacán, quien ha investigado y dado seguimiento al diario vivir de esta ciudad, cuenta cómo surge esta historia que aún está viva en los recuerdos de varias personas que escucharon está narrativa, que tal parece la arrancaron de una página de ciencia ficción.
Este fue un hecho que a través el tiempo lo han ido distorsionado y se ha vuelto una leyenda denominada "La dama de rojo".
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Todo inició en la década de los años 40, cuando en el hotel Garci-Crespo, el más grande de Tehuacán y del estado de Puebla, en ese entonces estaba en su esplendor, ahí llegó a hospedarse una dama de nombre Marina Lascuraín, esta señora proveniente de una familia con solvencia económica que radicaba en la ciudad de México, era poseedora de una gran belleza que resaltó en el momento mismo en que llegó a hospedarse al hotel.
Ante la belleza de la mujer, uno de los trabajadores que laboraban en ese hotel se enamoró perdidamente, no encontraba la forma de cómo acercarse a ella y decirle los sentimientos amorosos que tenía, fue así como durante un tiempo la estuvo cortejando y la dama sabía bien de éste plan y lo tomó de juego y le hizo caso al empleado del hotel, quien la pretendía como dicen “con buenas intenciones”. La mujer le dijo que ella sólo quería tener una aventura, condición que aceptó el enamorado.
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Fue así como comenzaron a tener una relación de amantes y a su vez, la chica también coqueteaba con otros, aprovechando la belleza que tenía.
A los pocos días, se hospedó en el hotel un turista extranjero con quien la mujer comenzó a relacionarse. Una noche, ella bajó a cenar al restaurante e iba ataviada con un vestido rojo muy elegante, mientras que el empleado, que estaba al pendiente de su comportamiento y de su convivencia, la vio bajar las escaleras del lobby.
Fue entonces cuando llegó el extranjero y se fue a cenar con él y de ahí se fueron a su habitación, todo esto fue observado por su enamorado, quien se dio cuenta que estaba con él en su habitación.
El enamorado observando todo esperó que el hombre abandonará la habitación y una vez que lo hizo, entró, discutió con la mujer y la ahorcó. Después de eso, huyó y se suicidó.
Este hecho quedó marcado en el hotel Garci-Crespo, al poco tiempo la gente que trabajaba en ese lugar, como veladores o policías, aseguraban que cerca de la medianoche se veía una silueta fantasmal de una mujer, la cual estaba ataviada con un vestido rojo muy brillante y exuberante, por lo anterior les daba miedo y corrían a protegerse en el inmueble.
De esta forma es cómo surgió la leyenda de la "Dama del vestido rojo", porque la figura fantasmal vestida de rojo, que era Doña Marina, seguía recorriendo las escaleras y otros espacios más de este hotel porque su alma no descansaba en paz.
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