Puebla cuenta con un alto potencial en litio ante una reserva que abarcaría una superficie de 2 mil 500 kilómetros; sin embargo, su extracción requerirá de tecnología y un procedimiento que implicará daños ambientales y problemas sociales.
En lo anterior coincidieron Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga de la Universidad Iberoamericana Puebla y Francisco Javier Sánchez Ruiz, académico de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), quienes, por separado, resaltaron la importancia de valorar la extracción del llamado “oro blanco” a cambio de costos socioambientales.
De acuerdo con el Servicio Geológico Mexicano (SGM) hasta noviembre de 2020, en Puebla se tenía detectada presencia de litio en ocho municipios ubicados tanto en la parte centro del estado como en la Mixteca.
Se trata de Oriental y Tepeyahualco, Chietla, Izúcar de Matamoros, Tehuitzingo, Petlalcingo, Piaxtla y Chila de la Sal. Estas reservas del litio ubican al estado como el segundo en importancia en este metal, sólo detrás de Sonora, donde se encuentra el yacimiento más grande en México.
En 2022 se aprobó una iniciativa de ley para nacionalizar la explotación del litio, con el objetivo de que beneficie a los mexicanos. Este material es considerado como estratégico en la conversión del país hacia las energías limpias. Por ello, está la mira de la industria, principalmente, de la automotriz al usarse en baterías de vehículos.
Si bien en Puebla no se han otorgado concesiones para la exploración del mineral, los investigadores consideraron necesario que al centro de las discusiones se contemple el impacto que generaría al ambiente, y se busquen alternativas para mejorar la movilidad de las personas y no sólo la sustitución de combustibles fósiles.
Daños al medio ambiente
El proceso de explotación del litio requerirá de una larga ruta hasta lograr su utilidad comercial, consideró Francisco Javier Sánchez Ruiz, profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Upaep.
De acuerdo con el investigador, el mineral suma una ventaja al estar mezclado con aluminio: “Podríamos obtener dos minerales, tanto el litio como el aluminio y sería un plus, viene mezclado óxido de litio con un aluminato ácido de litio, que es una roca sólida de color verdoso y lo hace más atractivo porque podrías obtener litio, pero también aluminio”.
Sin embargo, consideró que se requiere de infraestructura para una explotación viable y evitar daños al ambiente: “Desde la perspectiva académica diríamos que podría beneficiar al estado que se extraiga este mineral, porque sería una fuente económica y generaría un buen número de empleos. Posicionaría al estado no solo en la industria manufacturera, sino también en la parte de la extracción de minerales. El problema sería el impacto en las zonas donde se encuentran los yacimientos”.
La purificación de este material llevará a modificar la calidad de aire y la degradación del suelo: “Hay que recordar que Puebla se encuentra en un cinturón volcánico, lo que podría hacer una sobreexplotación desmedida de este mineral. Podría generar socavones adicionales, pero también un impacto irreversible sobre el suelo, sobre el aire, contaminación por la parte de material particulado en la forma de extracción de este mineral”.
En el punto anterior coincidió Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga de la Universidad Iberoamericana Puebla, quien agregó que este proceso impactará en el uso de agua.
La académica dijo que este elemento puede encontrarse en diferentes formas, entre ellas, las salmueras, donde se requiere de ciertas técnicas para extraerlo: “Requiere de un procesamiento para separar el carbonato de litio y todo este proceso de extracción demanda mucha agua. Está registrado que una tonelada de litio requiere de 2.2 millones de litros de agua de forma tal que, para producir una pila de 45 kilos se requerirían mil 400 litros de agua; además, por cada tonelada puedes producir de uno a dos kilos de litio, esas son los daños ambientales, la modificación del ecosistema, grandes cantidades de agua que se requieren y si ubicas los municipios donde se encuentran las reservas algunos, ya se encuentran con estrés hídrico”, señaló.
Advirtió que de no encontrarse medidas adecuadas habría una crisis social: “El problema no solo es ambiental, sino social, porque podría detonar una competencia entre los usos y los usuarios del agua que son comunidades agrícolas, para uso urbano e industrial. Si bien el litio es una respuesta a la transición energética para disminuir los gases de efecto invernadero, su producción, su extracción no es necesariamente limpia”.
Demanda se multiplica
Ante el decreto del gobierno mexicano sobre la nacionalización de este recurso, el cual, establece que el litio deberá ser explotado únicamente por el Estado y que su extracción deber ser en resguardo del ambiente y de los pueblos originarios, ambos investigadores destacaron la importancia de que el proyecto se socialice y se tome en cuenta a las poblaciones involucradas.
“El punto es que no podemos ponerle precio al ambiente y no tenemos todavía idea de lo que nos costaría reponer el ecosistema. Es muy importante revisar las experiencias que han ocurrido en otras partes del mundo. La predicción es que para 2050 se multiplicará por cinco la necesidad de litio. La invitación es a estar pendiente y, si es que se impulsa esto cómo se llevará a cabo y tomar ejemplos de lo que ha pasado en otros partes. Decidir de manera participativa y consensuada sobre lo que se podrá definir de este proceso”, señaló Campos Cabral.
Litio no está cerrado a extranjeros: Armenta
El litio no está cerrado a capital extranjero, señaló el presidente del Senado, Alejandro Armenta Mier, quien aseguró que en el proceso hacia la explotación de este recurso se buscarán medios amigables con el ambiente.
Al presentar en Puebla el libro La importancia del litio en México, el oro blanco del planeta, el legislador poblano sostuvo a través de la paraestatal LitioMx, creada por el gobierno mexicano para gestionar la cadena de valor, se cuidarán los procedimientos en cuanto a su aprovechamiento económico y ambiental.
“Se están considerando los métodos de extracción más amigables con el medio ambiente, no hay más contaminación que la combustión. El litio, los minerales estratégicos son una opción complementaria para los hidrocarburos. Estoy seguro que en breve, Litio para México presentará todos los elementos metodológicos para la extracción más amigable”.
Armenta Mier destacó que el litio, junto con el petróleo, son dos recursos fundamentales para la soberanía energética y el desarrollo del país. Expuso que en anteriores gobiernos 31 concesiones de litio estaban en manos de extranjeros, de ahí que la nueva visión es que exista una distribución justa de los recursos.
“No se le cierran las puertas al capital extranjero, pero se genera preponderancia a los empresarios mexicanos. Si quieren invertir los empresarios extranjeros deben realizar transferencia de tecnología”.
Industria apunta a Puebla
El empresario Giovanni de Luna, CEO de De Luna Lithium Battery, la primera firma en México dedicada a la batería de litio, destacó la importancia de este recurso para la industria.
Remarcó que Puebla resulta un foco de oportunidad, por lo que, después de Sonora, podría convertirse en uno de los principales estados donde la industria pueda desarrollarse y contribuir a que el mundo se mueva a través de energías limpias.
“Tienen todo para ser un verdadero estado con el potencial para crear y ayudar al país en todo lo que necesita para el cambio de combustión a eléctrico.
En entrevista para MILENIO Puebla, el empresario destacó que una cadena de valor generaría derrama para el estado, toda vez que hasta 60 fábricas proveedoras podrían colocarse alrededor de una sola planta de baterías. Sin embargo, reconoció que el reto no es fácil, ya que se requiere avanzar en tecnología para poder extraerlo de manera viable.
“Apenas se está en el tema de exploración que es una de las fases, después continúa la explotación, y la transformación en la que entramos nosotros como un eslabón de la cadena que es fabricar las baterías y posterior sería los vehículos eléctricos (…). Sin duda, sí hay un daño, pero es más daño no hacerlo por todo el problema de contaminación, de la combustión. Mientras más se avance en la tecnología, menos dañino será explorar y extraer el litio. Como cualquier otro mineral que requiere explotación, hay siempre una afectación, sí, pero entre lo hagamos con mayor tecnología, tengamos, desarrollemos y adquiramos, será mucho mejor porque vamos a tener que luchar contra el cambio climático que definitivamente será un asesino para el mundo”, finalizó.
CHM