José Manuel García, de 65 años, vivió una cruda experiencia al tener a su mujer fallecida durante 30 horas en el interior de su domicilio, ubicado en el fraccionamiento Ana en Torréon, Coahuila.
José Manuel dijo que su esposa murió durante la madrugada de este miércoles y fue a las 9:00 de la mañana de ese mismo día, que la quiso despertar pero no respondió.
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Se comunicó al Servicio de Emergencias 911 y solicitó una ambulancia de la Cruz Roja, cuyos paramédicos al revisar a la mujer le informaron que ya no contaba con signos vitales.
La fallecida se llamaba María Virginia Robledo, de 65 años, quien padecía de insufiencia respiratoria, causada por inflamación de bronquios. El deceso de presentó en el interior de la casa de la pareja, ubicada sobre la calle Luz Aida del fraccionamiento Ana.
Al lugar arribaron elementos de la Policía Municipal, quienes le recomendaron que se pusiera en contacto con el Ministerio Público, para que este tomara conocimiento y extendiera un certificado de defunción.
Sin embargo, los agentes del Ministerio Público no se presentaron debido que el fallecimiento fue por causas naturales y no por causas legales.
El personal de una agencia funeraria acudió a la casa del señor José Manuel a brindar los servicios fúnebres, pero como este no contaba con recursos económicos, los empleados de la funeraria pasaron a retirarse.
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DIF envía personal de funerario a retirar el cuerpo
Por un momento, Jose Manuel refirió sentirse abandonado pues todos los que se presentaba en su casa, terminaban marchándose sin ayudarlo.
Su caso llegó al personal del DIF, el cual le brindó la atención necesaria y envió al mediodía de este jueves al personal de la misma funeraria, a que recogieran el cuerpo de María Virgina para que sus familiares la velarán.
El afectado dijo sentirse agradecido con todos sus vecinos, quienes al final, le tendieron la mano.
El señor José Manuel es pensionado del Ayuntamiento de Torreón, ya que durante muchos años trabajó como plomero en el Departamento de Parque y Jardines, por lo que recibe una pensión modesta y no le alcanza para sus propios gastos.
El ahora viudo vive en una pequeña y humilde casa y manifestó que él y su difunta esposa no reciben apoyo económico por parte de sus hijos.
Sgg