En Oaxaca no hubo “nueva normalidad” este lunes. Los 213 “municipios de la esperanza” mantuvieron las medidas que los han llevado a no registrar casos de coronavirus covid-19 durante la pandemia.
En la región de Valles Centrales y la Mixteca, la mayoría de los municipios recurrieron a filtros sanitarios en sus accesos como arma principal contra el coronavirus.
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Muchos se rigen por usos y costumbres y durante la emergencia sanitaria es más visible: la severidad de la medida para protegerse del virus depende de las autoridades locales.
En San Dionisio Ocotepec y Yaxe, municipios pertenecientes a la región de Valles Centrales, las medidas no son tan estrictas.
En el primero, un lazo y unos conos impiden el paso hasta que un par de autoridades toman la temperatura con un termómetro digital y si no sobrepasan los 38 grados centígrados, pueden seguir su camino.
“Nosotros estamos aquí protegiendo el pueblo y toda la comunidad también”, aseguró Alberto García, integrante del cabildo de San Dionisio Ocotepec.
En Yaxe, la medida es más laxa todavía: un grupo de ocho policías municipales resguardan la entrada principal y solo entregan gel antibacterial a quienes vayan a ingresar.
“Estamos aquí viendo que todas las personas que vienen de fuera tengan su cubrebocas porque queremos una comunidad sana”, explicó un uniformado.
En San Juan Bautista Coixtlahuaca no es tan simple. En este municipio optaron por desinfectar por completo los automóviles y motocicletas que querían ingresar. Aunque eso no garantiza nada, pues si alguien proviene de una comunidad que ya registra contagios, simplemente no se le permite el paso.
—Buenos días. ¿De dónde nos visita? —pregunta a un conductor, una integrante del cabildo que fue asignada al filtro.
—De Nochixtlán. Vengo a visitar a un familiar —contestó un habitante de ese municipio.
—Lo siento mucho, pero aquí nos estamos protegiendo y queremos que el pueblo siga así, entonces no hay paso —explicó la mujer.
Además de estos filtros sanitarios, en algunos otros municipios reforzaron el resto de sus accesos cruzando piedras y cadenas en el camino.
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Incluso, en poblados como Santa Catarina Minas, un grupo de jóvenes cuidan de estos accesos.
Pero también hay “municipios de la esperanza” en donde casi no se toman medidas durante esta emergencia sanitaria.
En Santa María Nativitas, por ejemplo, los pobladores continúan saludándose de mano o beso, no utilizan cubrebocas, y hasta los trabajos continúan de manera normal.
“Giramos un oficio a todos los paisanos para que no vengan al pueblo para evitar contagios”, explicó Ranulfo Santiago, sindico municipal.
En San Bartolo Soyaltepec tampoco son estrictas las medidas, quizá porque son un poblado de aproximadamente 600 personas y unas 90 en la cabecera municipal.
A pesar de eso, las autoridades aseguraron que por el momento no reanudarán sus actividades de manera normal.
“Por las condiciones de pobreza, nosotros no podemos exponer al pueblo. Estamos en un periodo que es el de mayor contagio sería muy grave si se presenta algún contagio”, exclamó la alcaldesa Elizabeth Miguel.
Siguen confinados
En Chihuahua, el gobernador Javier Corral anunció que ninguno de los municipios considerados como de la esperanza en el estado reabriría sus actividades a partir de ayer.
“Los tres o cuatro municipios que teníamos determinados así, decidimos mantenerlos cerrados... no los vamos a reabrir porque están muy cerca de Ciudad Juárez, que es una zona de mucha interacción”, argumentó.
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Con información de: Norma Ponce
AESC