Con un silencio y un viento desolador, entre lágrimas y mucho dolor, al mediodía de este jueves 29 de octubre ingresaron por la entrada principal de San Ignacio, cuatro carrozas, vehículos en los que los cuerpos de María Acevedo, Elvira Ramírez, Wendy y Rosy Olivares, serían llevados a su última morada, el Panteón Ejidal de la comunidad rural, de San Pedro, Coahuila.
Estas mujeres fueron asesinadas por un hombre que por celos, y al no aceptar el rompimiento de su relación con Rosy, le arrebató la vida a toda la familia.
Fue largo el tramo desde donde fueron veladas las mujeres, hasta llegar al campo santo, donde a casi nada de celebrarse el día de los fieles difuntos, fueron sepultadas.
Ahí, en el Panteón, se les dio el último adiós, les lloraron, les pusieron sus flores y les desearon un feliz viaje sin retorno.
La despedida es triste y más cuando se sabe que no volverás a ver a tus seres queridos. Estas cuatro mujeres, no volverán, pero quedarán en el corazón de sus familiares, amigos, vecinos y de todos los sampetrinos.
Sus familiares, agradecieron el cariño hacia María, Elvira, Wendy y Rosy, y no les queda más que pedir justicia, porque su llanto, dolor, no puede quedar como una simple estadística.
"Pedimos justicia. Esto no se puede quedar así, Ni una Más, Ni Una Menos, nos faltan cuatro en San Ignacio. Que esto sirva de ejemplo para no criar hijos sin valores. Mujeres no permitan ser violentadas. Hombres, no sean cabrones con las mujeres. Mi madre, mi hermana, mis sobrinas, no merecían esto, pero se hará justicia, que de eso no quepa duda", mencionó un hijo destrozado.
AARP