Vecinos hartos de vivir entre manantial de aguas negras

Habitantes de la colonia Eugenio Aguirre Benvides, lamentan que no haya solución de parte de las autoridades para reparar el mal drenaje, del cual aseguran existen problemas desde hace 42 años.

Los colonos lamentan que el problema empeora cuando llueve. (Jorge Maldonado)
Comerciantes de la zona tienen problemas debido a que los clientes no llegan y cuando lo hacen ya se quieren ir. (Jorge Maldonado)
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila /

Vecinos de la colonia Eugenio Aguirre Benavides exigen solución de fondo al problema de aguas negras, las cuales se fugan de las alcantarillas desde hace más de 40 años sobre la calzada Río Nazas casi esquina con la prolongación Falcón, al nor poniente de Torreón.

Señalan que el problema proviene de un cárcamo ubicado en la zona, del cual ha emanado pestilencia por años de varias alcantarillas y drenajes, en un principio cada fin de semana, ahora, sucede a diario desde hace más de seis meses.

La zona más afectada es la que se encuentra entre la calle Paseo de la Reforma y calle Blanco, sitio donde se encuentra la casa de don Ignacio Escobedo, quien asegura que el problema de drenaje ya tiene desde que llegó a vivir ahí hace 42 años, y agrega:

"Es a las 09:00 de la noche cuando el agua fluye como río durante la madrugada y en la mañana amanece inundado de aguas negras, hasta le llamamos el manantial de aguas negras”.

Los vecinos tuvieron que levantar sus banquetas para que el agua no entrara a sus hogares. (Jorge Maldonado)

Otro vecino de la zona indica que ha visto a personal del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas), desazolvar y sacar gran cantidad de lodo de las alcantarillas, sin embargo asegura que los residuos los dejan sobre la calle y no pasa nadie a recogerlos.

Son muchas las molestias en los vecinos del sector por los fétidos aromas que emanan del agua estancada y las enfermedades gastrointestinales que estas provocan.

Por la zona afectada también se ubica un taller de herrería, en donde aseguran, “los clientes vienen y rápido se van porque no aguantan el fuerte olor a drenaje”, dijo uno de los trabajadores.

“Pedimos a las autoridades que nos ayuden con maquinaria para limpiar la calle y que por lo menos el agua no se quede estancada. El olor es insoportable y ni siquiera podemos comer agusto. Pasan los carros y el olor se levanta, no podemos vivir así”, aseguró el vecino.

Comparten que cuando llueve la calle se vuelve intransitable, incluso el agua llega a rebasar los 40 centímetros, lo cual hizo que tuvieran que levantar sus banquetas.