La masonería es una escuela filosófica de pensamiento e iniciática, cuyos orígenes se reconocen en 1717 con la fundación de la Gran Logia de Londres y Westminster, en Inglaterra; sin embargo, existen antecedentes previos.
La masonería es una institución de carácter iniciático, filantrópico, simbólico, filosófico, discreta pero no secreta, armónica, selectiva, jerárquica, humanista y fundada en un sentimiento de fraternidad entre sus integrantes. Los masones se reconocen entre sí; sin embargo, no existe un registro entre las autoridades civiles de su operación.
Los masones se agrupan en logias y cada una tiene sus propias reglas y días de reuniones. Los integrantes realizan diferentes aportaciones económicas y el manejo de los recursos no está regulado por ninguna autoridad hacendaria.
Aprendiz es el primer grado, el de los iniciados, con el que una persona se vuelve masón. En el primer grado, el masón se enfrenta consigo mismo y debe superarse, empezando a controlar sus pasiones; el segundo grado corresponde al compañero, donde el masón se dedica a aprender; y el tercer grado es el de maestro, en el cual se requiere que el masón participe en la mayor parte de los aspectos de la logia y de la masonería. En este grado, el masón se enfrenta con la inmortalidad del alma y la vida eterna.
El Soberano Gremio de Artífices en Puebla
En Puebla, existen diferentes “orientes” de masones. El Soberano Gremio de Artífices es un oriente que está formado por siete logias de masones con ejes de trabajo. Rescata el código de honor de los trabajadores y está compuesto por “infinidad de almas encarnadas portadoras de distintas especialidades, enfocadas en el cambio trascendental de los distintos ejes que componen la sociedad para su correcto encause”.
Ser uno de sus integrantes implica vivir con un código de honor, pensar, señalar la problemática y operar soluciones, comprender y entregarse vitaliciamente al servicio, vencerse a sí mismo, estudiar y aplicar las enseñanzas, auto disciplina, conocer y respetar lo sagrado, y responder a un llamado interno de querer pertenecer.
Miguel Ángel Jiménez, uno de los siete soberanos maestros del Soberano Gremio de Artífices, explicó que, desde el punto de vista etiológico, la palabra masonería se relaciona con la actividad del constructor.
“La palabra masonería, etimológicamente, quiere decir la actividad del masón, por lo tanto, vamos a referirnos a la palabra masón. La palabra masón tiene varios posibles orígenes, uno de ellos es del francés; el otro es del germánico y ambos quieren decir constructor o un albañil. Un masón es un constructor o albañil, por tanto, masonería es la actividad de construir”.
En la práctica, cada logia, cada oriente, tiene diferentes formas de trabajo y ninguna puede hablar de la existencia u operación de otros orientes o de otras logias, destacó Miguel Àngel Jiménez en entrevista concedida para MILENIO Puebla.
“No representamos a la masonería universal, ni podemos hablar de todos los masones del país, del mundo, ni siquiera de nuestro estado. Cada logia, cada oriente, tiene diferentes formas de trabajo. Nos unen ciertas normativas, cierta ideología y cierta filosofía. En la práctica, cada logia ejerce su autonomía y su independencia”, apuntó.
Adrián Tiburcio, maestro del Soberano Gremio de Artífices, explicó que la masonería tiene un carácter de discreta y no secreta; sin embargo, cada miembro es libre y decide si da a conocer que forma parte de un oriente o una logia.
“Existe una discreción, pero no un secreto. Se ha especulado sobre la masonería, se ha querido encasillar a otro tipo de organizaciones. Históricamente, la masonería fue perseguida sobre todo por su ideal de la libertad. Fue hasta cierto punto, la Iglesia católica la que hizo fuertes señalamientos en su tiempo, pero aún en ciertas zonas, en ciertos sectores existe un estigma sobre la masonería”, apuntó.
La presencia de mujeres en la masonería
Desde el inicio de la humanidad se tiene el registro de la presencia y participación de “constructoras” en cada uno de los momentos más importantes. La masonería ortodoxa no permitió el ingreso de las mujeres porque se consideró que no tenían la aptitud para participación en las logias, explicó Ale Cuateco, maestra del Soberano Gremio de Artífices.
“En la masonería ortodoxa, en su momento, al género femenino no se le consideraba tener la aptitud, más no la capacidad, de participar activamente en las logias, lo cierto es que aquí estoy”, expresó.
Requisitos para ser masón
Ser un hombre o una mujer de buenas costumbres, es decir, ganarse la vida de manera honrada y contar con libertad de pensamiento y económica, son los requisitos que pide la masonería para pertenecer a una logia.
Miguel Ángel Jiménez, uno de los siete soberanos maestros del Soberano Gremio de Artífices, comentó que, de manera universal, en todas las logias, un hombre o una mujer libre quiere decir que no se admiten a menores de edad, lo cual depende de cada país.
“Ser libre no quiere decir a que no estés en prisión, sino a que tengas una libertad de pensamiento, que estés abierto a romper tus posibilidades, a romper tus paradigmas, a reconocerte ignorante y a construirte a partir de nuevos aprendizajes. Por supuesto, se necesita de una libertad económica. No estamos diciendo que se necesite cierto nivel económico o que la masonería sea elitista, pero sí que tengas un trabajo digno, decoroso, que te dé una libertad financiera para dedicar ese tiempo al estudio, al trabajo y a la fraternidad. Si de tus 24 horas estás trabajando 15 a 16 y las otras ocho las dedicas para dormir, entones, no tienes esa libertad de tiempo para dedicarlo a la masonería”, explicó.
Ale Cuateco, maestra del Soberano Gremio de Artífices, comentó que cada uno de los integrantes de la masonería solicitó, en algún momento, su ingreso, de manera espontánea y voluntaria, para formar parte de una logia.
“Siendo una organización en la que se construye esa libertad de pensamiento, esa igualdad y la fraternidad, tomando en considerando el nacimiento de la humanidad, llega un momento en el que, de manera espontánea, cada uno de nosotros hemos llegado, hemos solicitado el ingreso. La forma en la que una persona puede llegar a formar parte de una organización masónica, evidentemente, es de manera espontánea y voluntaria”, apuntó.
Adrián Tiburcio, maestro del Soberano Gremio de Artífices, destacó que en la masonería se cuentan con integrantes de diferentes profesiones y ocupaciones; mientras que al interior de un “oriente” existe un trato igualitario, sin importar su actividad laboral.
“No solo son personas que se dedican a una carrera profesional, sino que se dedican a diferentes actividades. Son personas que se ganan la vida decorosamente y, sobre todo, existe un lazo de fraternidad. Entre nosotros, si bien existe un orden y una jerarquía administrativa todos nos tratamos como hermanos. La igualdad que existe dentro del taller, no se relaciona con nuestra actividad laboral. Nos asumimos libres de todo prejuicio”, explicó.
Simbología de la masonería
Entre la masonería, los símbolos más conocidos se encuentra la escuadra que se traduce en virtud y el compás, elemento que hace referencia a los límites con los que debe mantenerse cualquier masón respecto a los demás.
El compás es considerado como el emblema de las ciencias exactas. Los grados de la abertura del compás simbolizan, en la tradición masónica, las posibilidades y los grados del conocimiento. El ángulo de 90 grados reproduce la escuadra. La escuadra es el símbolo de la materia; el compás es el símbolo del espíritu y de su poder sobre la materia.
Adrián Tiburcioreconoció que los masones pueden reconocerse entre sí; y es decisión de cada integrante revelar a los integrantes de la sociedad en general si pertenece a algún oriente o a alguna logia.
“Es importante reconocer que, dentro de la organización, es opción de cada uno de los iniciados dar a conocer la parte pública. Por ello, nosotros no podríamos señalar directamente a alguien. Nosotros nos presentamos, siempre en medio de la discreción y, también, del respeto a nuestros demás hermanos”, apuntó.
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