Eustacio Alcalá Díaz, defensor comunitario de Michoacán, fue asesinado cuando acompañaba a tres misioneras católicas originarias del estado de Querétaro que arribaron a la región sierra-costa de Michoacán para llevar a cabo trabajos de evangelización.
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Tras el asesinato, el Centro de Derechos Humanos "Miguel Agustín Pro Juárez" (Centro Prodh) condenó el asesinato de Eustacio Alcalá Díaz.
La asociación exigió una investigación exhaustiva para esclarecer el homicidio de quien fue un activista en pro del medio ambiente y entre sus logros, destaca la cancelación de una concesión minera en la comunidad de Huitzontla, municipio de Chinicuila.
La Secretaría de Seguridad Pública del estado de Michoacpán confirmó que el cuerpo de Eustacio Alcalá fue hallado sin vida, sin proporcionar mayores detalles de su localización. La Fiscalía General del Estado absorbió el caso para las investigaciones correspondientes.
En lo que respecta a las católicas, se pudo conocer que en un principio fueron llevadas a la cabecera municipal de Aquila para su resguardo y posteriormente se regresaron a su lugar de origen.
La figura de Alcalá Díaz tomó relevancia luego de que tras tres años de litigio su comunidad, ganó un amparo para suspender las licitaciones que permitían a las empresas mineras trabajar en la localidad de Huitzontla hasta que no se realice una consulta libre e informada.
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