El tiempo se agota para Karina. La vida de la joven hondureña que pidió ayuda a los gobiernos federal y local, para su trasplante de médula pende de un hilo porque en Tabasco no hay la infraestructura para la cirugía que requiere.
“Cada día que pasa es un día menos, el tiempo de vida se me agota”, así resumió su condición de salud Karina, que en medio de la zozobra permanece refugiada en la Casa Hogar y Refugio pata Migrantes “La 72”, en Tenosique, Tabasco, desde hace 12 días.
Esta hondureña de 20 años y su hermano Kevin de 22, lograron un primer paso, la visa humanitaria que el Instituto Nacional de Migración (INM) concedió con vigencia de un año para su atención médica.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), emitió el lunes medidas cautelares para que le brinden protección y atención médica, pero su condición de salud es muy compleja porque Tabasco no cuenta con la infraestructura.
MILENIO consultó a las autoridades de Salud en Tabasco y confirmaron que ya tienen conocimiento del caso, incluso, también contactaron a la migrante centroamericana para que un especialista la valore y, dependiendo del dictamen médico, determinarán si requiere la intervención.
El área de comunicación social de la dependencia detalló que primero se debe hacer un diagnóstico.
“Es muy complejo un trasplante de este tipo y Tabasco no cuenta con ello, específicamente para médula ósea. No hacemos nada sin autorización federal, pero si es necesario tramitaríamos su traslado a otro Hospital a nivel nacional”, respondió la dependencia sanitaria.
La Secretaria de Salud dejó en claro que solo pueden ofrecerle una valoración médica y un diagnóstico emitido por un especialista.
En Tabasco, desde hace más de 12 años no se realiza trasplante de médula ósea, en la actual administración solamente han llevado a cabo de riñón y corneas.
Actualmente, el hospital “Dr. Juan Graham Casasús”, fue reconvertido en 2019, solo para atención de covid-19 y por el momento se hayan temporalmente suspendidas las intervenciones quirúrgicas de este tipo.
a joven centroamericana ya fue atendida de emergencia en la jurisdicción sanitaria del municipio fronterizo de Tenosique, recibió cinco transfusiones y le recetaron una dieta rica en proteínas y vitaminas, así como medicamentos que no puede gestionar por falta de recursos.
Apenas el lunes, Karina y su hermano Kevin, habían externado su alegría y gratitud con las autoridades mexicanas, pero un día después sus esperanzas se esfumaron.
“Estoy desesperada y preocupada”, manifestó Karina al reiterar su petición de ayuda a las autoridades mexicanas.
Kevin, su hermano y donante con visa humanitaria en mano, valora la opción de continuar el camino hacia los Estados Unidos, pues considera que la salud de Karina se deteriora más.
“Veo muy lento y muchos obstáculos, mi hermana cada vez se descompone más. Le salen llagas y moretones”, finalizó.
ledz