Marco abandona el "sueño americano" tras perder las piernas y un brazo en Torreón

En mayo el joven iba en el tren rumbo a Piedras Negras cuando unos sujetos intentaron robarle y lo empujaron hacia el tren.

Marco Romero Alvarado es originario de Cuernavaca. (Cecilia Aguilar)
Cecilia Aguilar
Torreón, Coahuila. /

“Me siento un poquito mal, porque voy de regreso así y solito”, son las palabras de Marco Romero Alvarado, de 24 años de edad, quien es originario de Cuernavaca, Morelos, quien hace poco más de un año perdió sus dos piernas y uno de sus brazos al caer del tren en San Luis Potosí, cuando fue empujado por unos sujetos porque pensaban que él traía dinero. Solicita a la población ayuda económica para comprar un boleto para la Ciudad de México.

Postrado en una silla de ruedas este joven procedente de Piedras Negras llegó hace unos días a Torreón y es en la Casa del Migrante, ubicada en la colonia Las Julietas, donde lo están apoyando con el almuerzo y la comida, además, como a los otros migrantes, lo dejan entrar al baño y darse una ducha.

Su fin ahora es regresar a su casa donde lo esperaría su tía y hermano, dado que su madre murió, plática con tristeza, aunque él mismo dice que "no le queda otra que echarle ganas".

Fue el 22 de mayo del 2021 cuando iba en el tren rumbo a Piedras Negras cuando unos sujetos que iban en el mismo vagón lo sorprendieron e intentaron robarle sus pertenencias porque querían dinero, pero lo empujaron hacia el tren, que le amputó su brazo derecho y sus dos piernas, aunque una de ella desde la parte baja de la rodilla.

En esa condición fue llevado de urgencia a un hospital de San Luis Potosí donde por un mes estuvo en coma, “estaba intubado, parecía que ya no iba a vivir, entonces fue mi tía por mí y me traslado hasta Cuernavaca donde estuve en reposo, pero una vez un poco recuperado después de unos meses, regresó a Piedras Negras”.

Su fin ahora era llegar a Estados Unidos con su padre que está en Washington, “para ver lo de las prótesis de mis pierna y mano, él iba a gestionar con el Gobierno de allá eso, pero ya no se pudo”.

Él dice no estar enojado con la vida, “no, más bien me siento mal ahora, porque me regreso, porque no puedo subir y estar en el tren solo, porque algunos migrantes sí ayudan pero la mayoría no lo hace, me dejan solo y eso es lo que me hace sentir mal”.

Manifestó que ahora tiene la necesidad de apelar a la caridad de la gente, para que le pueda apoyar para el pasaje a la Ciudad de México, para eso, él necesita al menos 500 pesos.

Marco se quedará aún este jueves en Torreón y quienes puedan ayudarlo, pueden preguntar por él en la Casa del Migrante donde pudieran darles informes de dónde se encuentra. 

EGO

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