Autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) impiden que las personas extranjeras que entran por la frontera sur de México se muevan vía terrestre a otros estados del centro y norte del país.
Los extranjeros denuncian que son bajados por agentes migratorios cuando pasan por los retenes instalados en Suchiate, Tapachula, Huixtla, Mapastepec, Pijijiapan, Tonalá, Arriaga, Cintalapa, Berriozábal y Tuxtla Gutiérrez en el estado de Chiapas.
Son cientos de extranjeros los que duermen ahora a las afueras de las centrales camioneras de al menos 10 municipios, entre ellos Tuxtla Gutiérrez, con la esperanza de poder comprar un boleto y llegar a la frontera norte del país, sin embargo, temen que sean bajados como en otras ocasiones en el retén ubicado en la entrada principal de la capital chiapaneca, así como en Cintalapa.
En este sentido, Anthony José Escalera Otelo, migrante de nacionalidad venezolana, denunció que, en los puntos de revisión que colocó el Instituto Nacional de Migración en territorio chiapaneco, las personas en tránsito son obligadas a descender de los autobuses y transportes colectivos locales para luego forzarlos a caminar por la carretera hacia su destino.
“Porque supuestamente para Migración nosotros tenemos que ir caminando, no nos devuelven, he escuchado a cuatro que han dicho que los devuelven pero ellos (migración) dicen que tenemos que respetar y tenemos que caminar, que mientras andemos caminando no nos van a detener, pero caminando es que está el peligro, hay mucho peligro, hay muchas cosas”, puntualizó.
Este viacrucis al que se enfrentan de manera diaria cientos de extranjeros está provocando que la frontera sur de México se encuentre saturada, debido a que las personas en tránsito, al no ser atendidas por las autoridades de migración, deciden quedarse en alguno de los municipios que forman parte de la ruta migratoria.
A pesar de que las empresas de autobuses y transporte público conocen las exigencias de las autoridades, continúan vendiendo los boletos a los migrantes sin pedir un documento que les autorice movilizarse de manera libre por el país. Sin embargo, lo único que provocan es que los extranjeros pierdan su dinero y se queden varados en Chiapas, afirmó Amarili Zamora, originaria de Venezuela.
“Sí, sí señor, a todos a todos, aquí hay muchos que han devuelto, van y pierden el pasaje porque nadie responde por los pasajes… Saliendo de acá, la primera alcabala (puesto de policía) que está es una y hay un pueblo donde también están yendo que se llama Cintalapa, de Cintalapa agarran la primera alcabala (puesto de policía) que sigue de Cintalapa a Juchitán los bajan, los bajan y toca que se devuelvan y volver a comprar pasaje”, explicó.
Agregó que los documentos solicitados en los puntos migratorios para continuar son el salvoconducto que permite transitar de forma libre por el país durante 180 días o la cita en Estados Unidos para obtener el CBPONE.
“Piden que tengas la cita descargada pero no, incluso hay personas que la llevan y lo que hacen es rompérselas las personas de migración supuestamente”.
Las familias migrantes aseguran que ni las restricciones de las autoridades, ni la odisea que viven a diario en su camino los harán volver a su país de origen, ya que para emprender el viaje rumbo a Estados Unidos se vieron obligados a vender su casa, el único patrimonio con el que contaban.
EHR