Autoridades de los tres niveles de Gobierno buscan convencer a los migrantes rusos varados en la garita peatonal de San Ysidro para que acepten irse a un albergue.
“Que se vayan a un espacio, que puedan estar dándole seguimiento a su intención de cruce, pero que no permanezcan en la línea“, expuso Adriana Espinoza Nolasco, subsecretaria de Asuntos Migratorios del gobierno de Baja California.
Además, dijo, les explican que pueden ir con asociaciones o abogados “que les puedan brindar una orientación precisa en cuanto al proceso que deben de tener”.
Al campamento improvisado que habitan unos 40 migrantes rusos, incluidos niños, llegó el cónsul de Asuntos Políticos y Económicos de la Embajada de Estados Unidos en Tijuana, Jett Thomason.
Platicó con ellos y los alentó “para que tomen la voluntad de ir a un lugar seguro. Y estoy tratando de explicarles que por aquí (en la garita) no se puede pasar”.
Irina Zolkina huyó de su país con sus hijos de 18, 10 y 3 años. Salió el 3 de marzo y llegó el jueves por la tarde a Tijuana, después de viajar de Uzbekistán a Cancún, México.
“Sí estamos preocupados al estar aquí, pero es un riesgo que corremos para tratar de ir a Estados Unidos y ofrecerles un futuro mejor a nuestros hijos”, declaró.
Para animarlos a irse a un albergue, llegaron un grupo de jóvenes ucranianos que son residentes legales en California, Estados Unidos.
En su idioma les cantaron música cristiana e invitaron a tener una mejor estadía mientras esperan su solicitud de trámite migratorio en el vecino país, comentó el pastor Alberto Rivera.
MJVR