Un convoy de la Guardia Nacional escoltaba a un par de camiones de pasajeros que transportaban a alrededor de 50 migrantes africanos desde Hermosillo hasta Zacatecas. Su destino final era ser deportados a sus países de origen.
No obstante, al ingresar a Sinaloa, uno de los migrantes experimentó complicaciones de salud. En el momento en que el convoy llegó a Los Mochis, una ambulancia de la Cruz Roja se interpuso para brindar asistencia al enfermo.
Fue entonces cuando el resto de los migrantes aprovecharon la oportunidad para amotinarse e intentar evitar su traslado, pero la fuerza policial impidió sus intentos.
El traslado de los migrantes, que incluía a niños, jóvenes y adultos, tuvo lugar el sábado 13 de enero. Aunque la escolta estaba a cargo de la Guardia Nacional, la operación era coordinada por el Instituto Nacional de Migración (INM).
Partieron de la capital sonorense por la mañana y cruzaron Sinaloa como parte de su ruta de retorno a África. Sin embargo, la situación se complicó cuando uno de los migrantes presentó problemas de salud.
Esto obligó al conductor a detenerse en la entrada norte de Los Mochis, conocida como El Trébol.
La situación se tornó más grave cuando el individuo se tendió en el asfalto, solicitando asistencia médica. Esto provocó la intervención de la Guardia Nacional, diversas corporaciones policíacas y servicios de emergencia.
Los paramédicos brindaron atención médica a al menos tres migrantes y algunos fueron trasladados a un hospital para recibir atención especializada.
Una vez que la situación se tranquilizó, algunas de las familias afectadas decidieron continuar su viaje a pie por la Carretera Internacional México 15, mientras las autoridades supervisaban para garantizar que no ingresaran a Los Mochis.
MO