Para el rector de la Ibero Torreón y politólogo, Juan Luis Hernández Avendaño, México no ha aprendido más allá de las políticas y prácticas represivas contra la población migrante, pese a que el actual gobierno federal prometió algo diferente al comienzo de su gestión.
“El Instituto de Migración en México empezó este sexenio con la posibilidad de aplicar una ley con un enfoque de derechos humanos, pero fue cambiando muy rápidamente por las presiones de Trump y ahora de Biden”.
Indicó que si no fuera por la existencia de refugios operados por la sociedad civil los migrantes tendrían un futuro más oscuro.
“Si no fuera por las casas de migrantes que hay en México tendrían un desierto completo en todos los sentidos”.
Expuso que como sociedad también falta mayor conciencia acerca del problema migratorio y lo que orilla a miles a dejar sus naciones.
“Comenzamos a observar que en México podemos caer en la tentación de Trump, es decir, que seamos sociedades más intolerantes a la migración, racistas y xenófobas. Lo que estamos viendo ahora es una criminalización de los haitianos y desgraciadamente una posición que tienen muchos norteamericanos con los mexicanos”.
Destacó la necesidad de que el gobierno mexicano pugne por crear políticas de seguridad humana que garanticen la integridad de los viajeros.
“Se trata de una crisis humanitaria que este país y el gobierno de México está conduciendo a las políticas de Estados Unidos y lamentablemente seguimos haciendo su trabajo sucio”, agregó.
Hernández Avendaño hizo un llamado a la comunidad para que no caiga en las ideas de xenofobia y racismo que desde Estados Unidos se proyectan contra los mexicanos.
“Necesitamos un acto de humanidad, pedirle a la sociedad lagunera que no vea en los migrantes lo que decían de los mexicanos en Estados Unidos, sino acercarse a ellos y preguntarles sobre su historia, ser más sensibles y caritativos”.
Necesario tender mano amiga
Luis Oswaldo Valenzuela Aranda, coordinador del Programa de Asuntos Migratorios de la Ibero Torreón, resaltó la importancia de promover una cultura de solidaridad con los migrantes y apoyar a los centros de día o refugios.
“Esta migración de haitianos significó mucho porque fue en gran número, pero lo que va pasar es que se van a dispersar y pueden ser que sigan llegando y la sociedad debe estar preparada para alzar una mano amiga”.
Destacó que la Ibero Torreón sirve como un centro de acopio de ropa, calzado y artículos de limpieza que se le entregan a los viajeros cuando acuden a solicitar ayuda en el Centro de Día “Jesús Torres”.