En la frontera sur del país, unos cuatro mil migrantes, en su mayoría venezolanos y ecuatorianos, quedaron varados en el municipio de Suchiate debido a, lo que ellos mismos denunciaron, lentitud del Instituto Nacional de Migración (INM) para trasladarlos a otros municipios, donde llevarían a cabo su proceso legal, como es el caso de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez.
Desde hace siete días, comenzaron a ingresar a Chiapas decenas de grupos de extranjeros que cruzaron el río Suchiate de forma indocumentada, procedentes de Guatemala.
En las márgenes del río, colocaron casas de campaña en espera de ser llamados conforme a las listas que hicieron para ser atendidos por el INM. El parque central también fue improvisado como campamento para protegerse de las inclemencias del clima.
Trámites tardan hasta un mes y medio
José Sheik, originario de Venezuela, señaló que los trámites para regularizar su estancia en México estaban tardando entre un mes y mes y medio.
Aunado a esta lentitud en la atención por parte de las autoridades mexicanas, denunció que hay "coyotes" o estafadores que se han aprovechado para venderles citas falsas para otorgarles documentos en pocos días por 100 dólares, lo que resulta un engaño.
Además, pidió que organismos de defensa de derechos humanos o de altruismo los apoyen con medicamentos, alimentos o ropa, pues las condiciones en las que se encuentran no son adecuadas en cuanto a higiene y salud, sobre todo para los menores de edad, quienes han presentado enfermedades gastrointestinales y respiratorias.
Algunos de estos migrantes no quisieron esperar a ser atendidos por el INM, por lo que se organizaron en grupos de entre 30 y 50 personas para salir de Ciudad Hidalgo, caminando 35 kilómetros para avanzar a la ciudad de Tapachula.
MO