Miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos y sudamericanos, permanecen varados y dispersos en diversas zonas de Tuxtla Gutiérrez tras los desalojos realizados por autoridades durante los últimos tres días en los espacios públicos de la ciudad.
Tan solo entre la noche del miércoles y el jueves, 250 personas en tránsito que pernoctaban en los parques del Barrio San Francisco y Santo Domingo fueron obligadas a retirarse, sin que las autoridades ofrecieran un albergue habilitado para su resguardo.
Por su parte, la caravana que partió el 6 de noviembre desde Tapachula se dispersó al llegar a Tonalá, lo que llevó a algunos migrantes a continuar su travesía de forma individual hacia Oaxaca y, posteriormente, a la Ciudad de México.
Su objetivo es obtener un salvoconducto que les permita transitar legalmente por el país.
De acuerdo con activistas y defensores de derechos humanos, en la frontera sur de México hay al menos 45 mil migrantes varados, quienes además no están siendo atendidos por el Instituto Nacional de Migración (INM).
MO