Miles de enfermos mentales viven en las calles de Nayarit

Edición Fin de Semana

Desde hace cinco años, abogados ganaron un amparo para crear el primer hospital para discapacitados mentales; sin embargo, con el argumento de que no tienen presupuesto, los gobiernos estatal y municipal incumplen.

Nayarit, con una población de un millón 200 mil habitantes, muestra graves contrastes en su desarrollo. (Especial)
La falta de presupuesto ha lanzado a ese sector de la población a las calles. (Rogeiro González)
Del total con algún trastorno, 65% son hombres y 35 son mujeres. (Archivo)
Salvador Arellano Murillo
Tepic /

Miles de enfermos mentales deambulan por Nayarit sin ser una preocupación para las autoridades, quienes los califican de simples almas perdidas entre los 20 municipios que conforman la entidad.

Duermen en edificios en construcción, casas deshabitadas, puentes peatonales y afuera de sucursales bancarias a la vista de todos; a esos hombres y mujeres de corta y avanzada edad les llaman "los olvidados de la mano del gobierno".

El número de 17 mil enfermos mentales que deambulan por la capital, Tepic, no representa nada a las autoridades, para ellos las estadísticas son más números en los archivos de las dependencias.

Nayarit, con una población de un millón 200 mil habitantes, muestra graves contrastes en su desarrollo.

La falta de presupuesto ha lanzado a ese sector de la población a las calles. (Rogeiro González)

En la zona sur lucen las inversiones millonarias a través de hoteles de gran turismo, mientras en el norte se refleja la pobreza, el desempleo y se incrementa el éxodo migratorio; en tanto, en el centro de Tepic hay una inmersa diversificación de problemáticas, entre ellas la falta de un hospital para atender a enfermos mentales.

Según datos del Departamento de Salud Mental de la Secretaría de Salud, de enero a la fecha se ha podido registrar 63 mil 805 personas con síntomas de ansiedad, demencia, depresión, esquizofrenia, bipolaridad y trastornos mentales diversos y, de ese universo, 17 mil 689 hombres y mujeres viven en la vía pública.

La falta de presupuesto, infraestructura y atención médica han arrojado a las calles a estas personas que deambulan abstraídos por los 20 municipios como en un mundo ficticio, irreal.

Marcos, forma parte de las estadísticas de enfermos mentales, él habilitó su vivienda bajo un puente de la colonia Mololoa, a escasos metros de la presidencia municipal, de la Cámara de Diputados y Palacio de Gobierno; lleva cuatro años en Tepic, es originario del municipio de Ixtlán del Río al sur de la entidad, y recuerda poco de su vida, relata que su familia lo abandonó de pequeño. Hoy sólo las luces de la ciudad y una cobija lo acompañan en su deambular.

Este hombre es una de las 17 mil personas que padecen enfermedades mentales y que desde los gobiernos priistas de Emilio M. González Parra (1981-87), Celso Delgado Ramírez (1987-93), Rigoberto Ochoa Zaragoza (1993-99), Antonio Echevarría Domínguez (1999-2005), Ney González Sánchez (2005-2011), Roberto Sandoval Castañeda (2011-2017) y lo que va de la administración del panista, Antonio Echevarría García (2017-2020), no reciben atención, pues nadie puso énfasis en la necesidad de atenderlos a pesar de las cifras alarmantes que se presentan por encima de la media nacional.

Del total con algún trastorno, 65% son hombres y 35 son mujeres. (Archivo)

La colonia Mololoa donde convergen indígenas, alcohólicos, drogadictos y enfermos mentales ha sido considerada por las autoridades como “foco rojo”, de problemas sociales en el municipio de Tepic, que se extienden a lo largo del territorio nayarita.

A pesar de este contexto, ningún gobernador incluyó en su presupuesto de egresos un solo peso para intentar construir o edificar un hospital mental.

Hace cinco años, el caso de Renato Martínez un enfermo mental que le fue negada la atención médica en el hospital civil de Tepic detonó en lo que pudo haber sido la solución para que se construyera un hospital de salud mental.

El 29 de noviembre del 2015, los abogados Alfonso Nambo y Luis Rogeiro González interpusieron un recurso de amparo ante la justicia federal para obligar a las autoridades a construir un hospital mental. Ganaron el amparo, pero las autoridades del ayuntamiento de Tepic y el gobierno estatal argumentaron estar dispuestos a la edificación de un centro de atención para esta problemática, pero no tenían recursos financieros.

Mediante un documento presentado al juez Segundo de Distrito de Amparo Civil y Administrativo con jurisdicción en el estado, se resolvió el juicio de garantías 535/2015 a favor de Renato Martínez Lara, enfermo mental.

El juez Alfredo Becerra Flores determinó que había argumentos suficientes para que se construya el hospital, sin embargo, todo quedó solo en eso.

Hoy la situación rebasó a los gobiernos. El también psicólogo Rogeiro González reconoce que los enfermos mentales “son un tumor difícil de extirpar en Nayarit”, ante la poca atención de las autoridades.

“No hay interés en abatir la problemática social de enfermedades mentales, los políticos sólo se preocupan por seguir escalando puestos.

El doctor en derecho, Alfonso Nambo señaló que el amparo tuvo su origen en Renato Martínez, quien deambulaba en la calle y buscaban salvaguardar su integridad física.

“La idea es emplear la situación de Renato Martínez para que las autoridades fueran obligadas a darle atención médica a todas las personas que están en las calles. La ordenanza involucraba al Congreso del Estado, ayuntamiento de Tepic y gobierno para que dentro de su presupuesto contemplaran este proyecto”.

Nayarit de acuerdo con informes oficiales de la Secretaría de Salud, es la única entidad a nivel nacional que no cuenta con un Hospital de Salud Mental.

En el estado solo hay once médicos psiquiátricos, los cuales pertenecen a instituciones como el Seguro Social, Secretaría de Salud y uno con clínica particular.

Carmen Ornelas Arroyo a quien le dicen la madre, propietaria del Ministerio Hezed, albergue ubicado en el municipio de Tepic quien ha dedicado su vida a salvar la de los demás, asegura que es complicado atender a 26 personas que convergen en dicho lugar.

Nayarit, con una población de un millón 200 mil habitantes, muestra graves contrastes en su desarrollo.(Especial)

“Nosotros no tenemos apoyo del gobierno, de nuestro bolsillo sale para pagar luz, agua potable, alimentación. Personas por voluntad propia nos apoyan con dinero, comida”.

Toda la vida se ha dedicado a la labor de salvar vidas, sacar de las calles a quienes menos tienen, a los olvidados. “En la calle se topa uno con todo tipo de personas, enfermos mentales, borrachos, drogadictos. A todos ayudamos sin distingo alguno”.

La falta de presupuesto, infraestructura, y atención médica en un necesario hospital mental han arrojado a las calles a buen número de estas personas.

Los municipios con mayor índice de enfermos mentales son Tepic con 12 mil 141; Rosamorada 893, San Blas 827, Santiago Ixcuintla 762, Compostela con 725 personas, Tuxpan con 656, Ixtlán del Río 431, Bahía de Banderas 345. Ruiz con 278, Tecuala 231, Jala con 189, Huajicori con 123, El Nayar con 103 y Ahuacatlán con 27 personas.

Hace 15 años, el ex gobernador, Ney González Sánchez echó andar el proyecto sexenal, Ciudad de la Salud, con una inversión de 700 millones de pesos, un complejo hospitalario en una metrópoli sanitaria que cuenta con todos los servicios para la atención de los ciudadanos, desde salas de cirugías, hemodiálisis, personal capacitado y laboratorios.

Ciudad de la Salud inició con un edificio, ahí se puso en marcha el Centro Ambulatorio de Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual, con una inversión de más de 19 millones de pesos, conjuntamente con el Centro de Cirugía Ambulatoria de Corta Estancia, sin embargo, en este proyecto no se contempló un área de atención para enfermos mentales.

Esta es la realidad del estado de Nayarit, en el sur prevalece la opulencia con hoteles de gran turismo, en el norte el sector agropecuario está estancado y el centro se destaca por las miles de personas con afecciones mentales que deambulan por las calles sin ninguna esperanza de obtener una mejor calidad de vida.

LAS MÁS VISTAS