A la fecha en el Estado de México al menos 4 mil 500 personas laboran en las 99 minas pétreas, y las dos de metales, autorizadas por la Dirección General de Ordenamiento e Impacto Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente, sin embargo, se estima que hay 80 pétreas más operando de manera irregular, ya sea por desconocimiento, por desestimación de la ley o porque no tienen la obligación de reportar si están operando o cuándo dejaron de hacerlo.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Regional de la Industria Arenera (CRIA) en el Estado de México, Vicente Barranco Tovar, muchos bancos de materiales (arena, piedra, grava, etcétera) abrieron a raíz de que muchas de las grandes obras del gobierno federal fueron entregadas al Ejército y no hubo control ni registro.
“En su momento proliferaron en la zona oriente, en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). En el Valle de Toluca el problema está en Calimaya y San Juan de las Huertas en Zinacantepec. Aprovechan que no pagan impuestos, seguridad social ni cumplen con la normatividad para abrir y cerrar en cualquier momento”, comentó el presidente de la CRIA
¿Con qué deben cumplir las minas bien reguladas?
Nicolás Mendoza Jiménez, director de Ordenamiento e Impacto Ambiental, detalla que en la entidad hay autorizadas 99 minas de materiales pétreos como arena, grava, tepojal, entre otras, en municipios como Zumpango, Tecámac, Acolman, Axapusco, Toluca o Calimaya, así como Atlacomulco, Nicolás Romero, Atizapán, Xonacatlán, entre otros.
Sin embargo, a la largo de la historia ha habido una cantidad mayor de explotaciones que se han dado de manera regular e irregular, tal y como pasó con la construcción del Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México y que detonó un boom de minas en la zona oriente de la entidad.
“Hubo gran interés de muchos particulares por iniciar expropiaciones de materiales pétreos, dada la gran demanda que exigía la obra. Aquellas que hemos detectado que estaban vigentes o cuyas autorizaciones perdieron vigencia o no cumplieron con informar a la autoridad el avance de sus condicionantes, fueron remitidas a la Propaem para que iniciara los procedimientos administrativos correspondientes y en caso de haber elementos sancione a los responsables”, explicó Mendoza Jiménez.
Otorgan autorizaciones condicionadas
Las solicitudes de explotaciones pétreas son constantes y están sujetas a la regulación ambiental y para poder realizarse deben presentar un estudio de impacto ambiental que determina el impacto que generarán en el medio ambiente, se identifican esos impactos y se proponen las medidas para mitigarlos; una vez que se determina que el uso de suelo permite la explotación y cumplen con los ordenamientos ecológicos vigentes, se emite la autorización, la cual esta condicionada a que cumplan con las acciones de mitigación e informen periódicamente a las autoridades.
“Cuando esto no se da, el permiso pierde vigencia, porque no se renueva cada año, y damos vista a la Procuraduría para que clausure definitiva o parcialmente o pida la revocación de la solicitud”.
Al respecto, el líder de la CRIA, Vicente Barranco Tovar, indicó que los bancos de materiales pueden ser sujetos de sanciones por parte de la STyPS si incumplen con la prevención de riesgos de trabajo, por el incumplimiento en el pago de impuestos y por riesgos ambientales.
¿Cómo operan las federales?
En el país la actividad minera se divide en dos ramas, la concesible por el gobierno federal que obedece a la Ley Minera y la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, que maneja la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), para extraer minerales e incluyen todas las sustancias de las que se puedan extraer metales como el oro, plata, plomo, zinc o cadminio; y es vigilada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Además de estar reglamentadas y supervisadas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) en materia de condiciones laborales
¿Y las minas estatales?
En tanto, la minería a cargo de los gobiernos estatales, dedicada a la explotación de materiales para la industria de la construcción (arena, grava, tezontle, roca caliza, tepojal, entre otras); es regulada, principalmente, por la Secretaría del Medio Ambiente, deben operar en una zona de suelo minero y contar con el Dictamen de Impacto Ambiental.
A diferencia de las minas federales, estas no tienen la obligación de reportar lo que extraen exactamente a las autoridades estatales, pero sí deben dar un cálculo de sus reservas y cuánto piensan explotar anualmente.
“Carecemos de facultades normativas para obligar a los mineros a que informen de toda su actividad, solo podemos fomentar la actividad en un marco de sustentabilidad, que implica que las minas cuenten con sus permisos correspondientes”.
Sin embargo, el Ifomegem recopila datos de lo que ven sus vistas y la información que les llegan a proporcionar sobre su número de empleados y niveles de producción, aunado a análisis de imágenes satelitales entre un año y otro.
¿Qué tan tecnificadas están?
“Las minas en Zacualpan y Zacazonapan (de extracción de metales) tienen profundidades de hasta 900 metros y cuentan con sistemas de rampas en los que entran los camiones a operar y cuentan con sistemas de seguridad muy avanzados para los trabajadores; mientras que las de materiales pétreos, todas son a cielo abierto”, detalla José Luis Hidalgo.
Hay minas de roca que trabajan en ejidos o terrenos comunales y las operan con marro, cuñas o barretas para sacar el material, incluso hay algunas de arena, por ejemplo, que cuentan con chorreaderos por gravedad que permiten la separación de los materiales.
“Los accidentes más frecuentes son las caídas de las paredes por inestabilidad o situaciones relacionadas con la operación de la maquinaria”.
Hay otras que tienen trituradoras, quebradoras, clasificadoras para tener una mayor producción, especialmente, en municipios como Huixquilucan, Ixtapaluca, Chicoloapan, Texcoco, Calimaya, San Francisco Chimalpa en Naucalpan y Apaxco.
Producción en Edomex A nivel mundial México ocupa el primer lugar en producción de plata, el segundo en minerales como la fluorita y el tercero en celestina, el quinto en plomo, sexto en zinc, el octavo en oro y el noveno en cobre.
Hasta 2020 a nivel nacional, de los 18 estados del país que reportan producción, el Estado de México ocupa el séptimo lugar en extracción de oro con mil 218 kilos de las minas de Zacazonapan, la más grande, y Zacualpan. Cabe mencionar que hasta 2018 operaba otra mina en Temascaltepec. Asimismo, ocupa el sexto lugar en la producción de plata; cuarto lugar en plomo; noveno lugar en cobre y cuarto lugar en zinc.
El Estado de México es una entidad estratégica para el sector de la construcción por su alta producción de materiales pétreos y es de los principales surtidores de Ciudad de México y los estados de Hidalgo, Puebla, Querétaro y Puebla
BAFG