Israel Rodríguez y Javier Díaz, los jóvenes que el jueves pasado fueron detenidos, golpeados y baleados por los escoltas del fiscal general del estado de Morelos, Uriel Carmona Gándara, negaron pertenecer a la delincuencia organizada y acusan haber sido víctimas de una mentira de los servidores públicos para librar su acto de prepotencia y arbitrariedad sobre la autopista Cuernavaca-Acapulco.
- Te recomendamos Fiscal de Morelos insiste en persecución política por desafuero; "estoy tranquilo" Policía
En entrevista con Israel y Javier, de 20 y 18 años, aseguran que nunca imaginaron que una "escapada" a nadar en el poblado de Tehuixtla terminaría de esta manera y acusados de intentar atentar contra la vida del funcionario publico, lo cual les llevó hasta pisar, por algunas horas, el penal de Atalcholoaya, hasta que un juez les libero este lunes.
El pasado 5 de agosto, Israel y Javier, que viajaban en un auto Aveo 2021 con placas de la Ciudad de Mexico, fueron interceptados y baleados por los escoltas del fiscal, luego fueron bajados del vehículo, golpeados, arrastrados en el pavimento y llevados a las instalaciones del Ministerio Publico.
En un domicilio de la alcaldía de Tlalpan, en la Ciudad de Mexico, los jóvenes relataron que tras ser rebasados e interceptados, fueron baleados con armas largas, por lo que Javier resultó con una herida de arma de fuego en la espalda, posteriormente fueron bajados a golpes del coche y acostados sobre el pavimento de la autopista.
En entrevistas por separado, las víctimas aseguran que solo venían en boxers, pues tras nadar en un río en Tehuixtla, decidieron regresar así porque su ropa estaba mojadada. Confesaron que habían bebido cervezas, pero no reconocen haber venido ebrios como para generar un incidente de transito.
Javier, quien es chofer de Uber, relató que los policías se le pegaron, le echaron la camioneta, lo siguieron las veces que cambió de carril, hasta que lo rebasaron y le cerraron el paso. Con agresiones, golpes e intentos de autoincriminarse como integrantes del Cártel de Sinaloa, fueron llevados ante el Ministerio Publico.
Paralelamente, Carmona Gándara aseguraba en medios de comunicación que el acto del que fueron testigos cientos de automovilistas, tuvo su origen en un intento de agresión, incluso de atentado contra su persona, por lo que su personal de seguridad reaccionó: "Hemos tenido varias amenazas", justificó.
Este versión fue contradicha por el propio secretario de Gobierno, Pablo Ojeda, que ante la versión del fiscal, insistió en que no había elementos de que los detenidos hubieran intentado atentar contra él.
Sin embargo, la defensa de los jóvenes lograron acreditar que el vehículo en el que viajaban era el único que resultó con disparos de arma de fuego, por lo que fueron contabilizados 22 disparos de arma calibre .223.
Los jóvenes de 18 y 20 años permanecieron incomunicados hasta el domingo, relatan, hasta que fueron puestos en comunicación con un defensor de oficio, para ser trasladados al penal en calidad de presuntos responsables de los delitos de tentativa de homicidio y daños, pese a que ellos fueron los agredidos, no portaban armas y el vehículo en el que viajaban quedó destruido por las balas de alto calibre.
Israel Rodríguez, quien trabaja como "chalan" en una gasera, relató que ambos fueron golpeados de manera constante para amedrentar los y obligarlos a autoinculparse. 'El mismo relata que la tortura que sufrió sobre la carretera fue cuestionada a por un elemento de la Guardia Nacional, quien discutió con el policía que le jalaba la cabeza hacia atrás con un trapo: "Así no se hacen las cosas", recrimino.
Este lunes ambos jóvenes recuperaron su libertad luego de que el juez Ramón Villanueva consideró irrisorios los elementos presentados por la Fiscalía para incriminarlos de tentativa de homicidio y danos y agregó en su resolución que "no existe e información consistente lógica y razonable para que los hechos hayan ocurrido de acuerdo al informe policial homologado".
Ambos jóvenes dicen tener miedo de lo que pueda pasar ahora que han sido liberados, pues si los policías se atrevieron a inculparlos de la nada, pues pueden atreverse a cualquier otra cosa, coincidieron.
Finalmente reconocieron que sus padres iniciarán acciones legales contra los escoltas y el mismos fiscal general del estado, Uriel Carmona Gándara, con el fin de que sean resarcidos los hechos y puedan recuperarse el vehículos al dueño del coche que el mismo Javier trabaja como Uber.
ledz