El 2 de noviembre Día de Muertos las visitas en el panteón municipal Guadalupe de Gómez Palacio, superaron las expectativas y para el mediodía del martes, ya habían ingresado las más de 35 mil personas, que se esperaban para este día. Como informó el jefe de los cementerios en el municipio, Christian Arreola Silva.
Durante el operativo de vigilancia, la Dirección de Seguridad y Protección Cidadana, así como Salud Municipal, Servicios Públicos, y Protección Civil y Bomberos, se mantuvieron con las acciones encaminadas a mejorar la estancia de las familias que acudieron al cementerio.
El panteón municipal de Guadalupe abrió a las 7:00 horas y al principio fue poca la afluencia, sin embargo, conforme transcurrieron las horas, llegaban más grupos de personas.
Arreola Silva, señaló que desde los días previos al Día de Muertos, se implementó también la vigilancia para verificar que toda persona que ingresara mantuviera las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas.
Por su parte, señaló que el pasado sábado la Secretaría de Salud a través de la Jurisdicción Sanitaria número 02, entregaron abate en los jarrones de flores, esto pese a que estuvo prohibido el uso de agua.
Hasta el mediodía del martes, no se habían registrado conflictos por personas que quisieran incumplir con las restricciones, así como tampoco se más accidentes, aparte del que ocurrió el domingo pasado, cuando una señora cayó a una fosa. “La gente ya es más consciente”.
En cuanto a las tumbas que se restringieron con la colocación de la cinta debido a su mal estado y el riesgo de accidentes, agregó que durante estos días, algunas personas vulneraron estos espacios, sin embargo, al realizar los recorridos los detectaron y procedieron nuevamente a colocar esta cinta.
"Mis abuelos nos regalaron esta tradición"
En una de las tumbas del panteón municipal Guadalupe de Gómez Palacio, se encontraba la familia Macías Ríos, quienes acudieron a visitar la tumba de sus seres queridos que se adelantaron en el camino.
“Venimos a ver desde nuestros abuelitos, aquí están, mi papá, mi hermano” comentó Rosa Isela Macías Ríos, quien junto con sus madre, hermana, hijos, tíos, primos, sobrinos acudieron al camposanto como es costumbre en su familia.
Fueron sus abuelos, quienes les inculcaron la tradición de acudir cada 2 de noviembre a ver a sus tatarabuelos, lo cual guarda entre los recuerdos mas apreciados.
“Es bonito, mu bonito para nosotros, es el día que nos unimos como familia, que tal vez en otras ocasiones no podemos por ciertos compromisos, pero el día de hoy es un día muy importante en el que nos reunimos”.
La familia llegó al panteón desde las 7:00 de la mañana, para lo cual días previos se organizaron para adquirir las flores, las veladoras, realizar la limpieza de la tumba, y el almuerzo, para después continuar con la convivencia que ha fortalecido en esta ocasión, sus seres qué ya no se encuentran en este mundo.
Visitar la tumba, un recuerdo muy grande
Desde hace 15 años, Victor Manuel Rivera Rodríguez, y su familia conformada por su esposa, sus hijas y nietos acuden al cementerio municipal de Guadalupe, para visitar la tumba donde yacen los restos de su hijo, y también una de sus nietas.
Para la familia el Día de Muertos representa un recuerdo muy grande de los seres queridos que ya no están.
Para ellos, éste día también es de unidad familiar y fortaleza, “y al que guste venir aquí están las puertas abiertas”.
Desde el 1 de noviembre acudieron para arreglarle la tumba a su hijo y a su nieta, colocaron las flores tradicionales como el cempasúchil, mano de león, así como también margaritas, también acomodaron globos.
Aunque le hubiera gustado rentarle un grupo para que interpretarán algunas canciones, en esta ocasión la falta de recursos le impidieron tener acceso a ese servicio que también se ofrecía en este camposanto.
En cuanto a las instalaciones del panteón municipal señaló que en este año se observan mejor que en el pasado. “Ahora limpiaron más temprano, días antes, y antes el mero día andaban recogiendo todo”.
“Representa tristeza y alegría al mismo tiempo, tristeza porque ya no está con nosotros,pero alegría porque aquí estamos con él acompañándolo”, señala Petra Hernández, esposa de don Victor Manuel.
EGO