Tras 17 días de luchar por su vida en el área de quemados de la Unidad de Especialidades Médicas número 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Torreón, al mediodía de este sábado falleció María Hinojosa.
La joven madre de 23 años resultó con quemaduras graves en gran parte de su cuerpo junto con su hijo de dos años al explotar una vivienda en el fraccionamiento Los Arrayanes al norte de la ciudad de Gómez Palacio a causa del acumulamiento de gas butano.
Cabe recordar que el pequeño Alejandro de dos años falleció por las lesiones durante la noche del jueves 7 de julio a las pocas horas de ser trasladado a Galveston, Texas, para su atención médica de especialidad con apoyo de la Fundación Michou y Mau al presentar lesiones en el 60 por ciento de su cuerpo.
Una semana después la madre del menor perdió la vida al complicarse su estado de salud tras caer en coma y ser intubada.
Los restos de Alejandro arribaron a Gómez Palacio procedentes de los Estados Unidos y sería sepultado la tarde de este sábado, por lo que fueron pospuestas las honras fúnebres en busca de que sus restos descansen al lado de su madre.
Cabe recordar que el pasado miércoles 28 de junio, minutos después de las 23:00 horase, un fuerte estruendo al interior de la cerrada del Roble alertó a los vecinos que se movilizaron para brindar los primeros auxilios a la joven madre y al niño que resultaron con quemaduras severas al ingresar a la vivienda y encender la luz, provocando la explosión.
En sus redes sociales, el sacerdote Rafael López denunció que en la clínica de especialidades número 71 del IMSS, no le permitieron el acceso para imponer los Santos Oleos a la joven madre que estaba en terapia intensiva, por lo que María Auxiliadora murió sin recibir el auxilio espiritual a los enfermos debido a que la familia debía tramitar un permiso especial.
EGO