En plena marcha por el Día Internacional de la Mujer y con tres meses de embarazo, Zaruzi Marlen Cova Carrión, una mujer policía adscrita a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, cuando menos lo esperaban sus superiores, se sumó a la marcha de mujeres que inundaron el zócalo de la ciudad, con gritos de “Justicia, justicia”, fue el primer paso para denunciar el acoso laboral y un despido silencioso del que dice, ella y sus compañeras son víctimas dentro de esa dependencia.
Ataviada con su uniforme oficial, llegó el miércoles8 de marzo entre la turba de mujeres, se paró sobre un pilar de los que rodeaban el asta bandera, que usó como tribuna, y sostuvo con sus manos una hoja de papel en la que mencionó: "Lo hago por mis compañeras a las que le sembraron miedo".
“Yo ya no tengo miedo, ¿saben por qué? Porque yo ya lo perdí todo en Tlaxcala”, expresó.
Días después MILENIO la buscó y desglosó, al igual que el 8 de Marzo todas las manifestaciones de acoso laboral que han padecido las mujeres policías, desde un recorte a su salario y prestaciones, y ella en particular, la remoción de su cargo al frente de la jefatura de Control y Gestión de la Policía Estatal de Caminos y Vialidad, así como la reducción de actividades para presionarla a que renuncie.
Durante el día Internacional de la Mujer, mientras ella daba su discurso, atrás estallaban las granadas de gas lacrimógeno, los disparos de polvo químico y el camión de combate con una torreta de agua a presión con la que los policías intentaron contener a las manifestantes que exigían justicia y un "¡Ya basta a la violencia de género!".
Zaruzi, al recordar ese día, afirmó que las mujeres policías fueron obligadas a acuartelarse y desplegar un operativo policial en contra de quienes se sumaron a las manifestaciones por el 8M en la cual ellas también planeaban participar para evidenciar el acoso que prevalece en la corporación policial.
Aseguró que en las mismas condiciones de trabajo que ella padece, las viven otras mujeres policías, aunque unas se aguantan por mantener su empleo y otras ya han renunciado sin recibir la liquidación que por derecho les corresponde.
Zaruzi advirtió en entrevista con MILENIO, que ella no va a renunciar porque tiene tres meses de embarazo y porque lo que defiende son sus derechos laborales.
“Me fui caminando desde aquí hasta donde estaba la marcha, impulsada por varias cosas, porque hay muchas compañeras y compañeros que se acercaron a mí después de lo ocurrido, la gran mayoría me mostró su apoyo y algunos me dijeron que no estaban de acuerdo, pero, simplemente yo ejercí mi derecho de protestar, de manifestarme, de buscar ser escuchada porque, efectivamente, he dirigido escritos buscando una solución o una respuesta”, relató.
Después de su protesta, el gobierno local, que encabeza la Gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, en lugar de emprender acciones de protección para ella y las demás mujeres policías, ante una modalidad de violencia institucional, reforzó el acoso en su contra, dice, y le anunció un proceso administrativo sancionatorio por haberse quejado públicamente y en el contexto del Día Internacional de la Mujer.
El acoso laboral dentro de la SSC, en su contra, recuerda, empezó en octubre de 2022 cuando tuvo un accidente a bordo de un vehículo de uso oficial que fue pérdida total, a partir de ahí le recortaron su salario y prestaciones, luego la removieron de su cargo, y una vez que notificó que está embarazada, empezó para ella lo que se conoce como un despido silencioso que es cuando en un centro de trabajo los jefes inmediatos de un departamento reducen cautelosamente las actividades a un trabajador.
“Me siento obligada, como lo que llaman aquí que te quieren cansar para que tú renuncies y no te paguen lo que corresponde y para que tengas diferentes prestaciones”, apuntó.
Esta mujer policía concedió la entrevista a MILENIO, bajo la condición de que fuera en la vía pública y que no portara el uniforme oficial de policía porque sus jefes inmediatos le advirtieron que de lo contrario, incurriría en “usurpación de funciones”.
En la conversación, reveló que también ya le anunciaron que por haberse atrevido a protestar en contra del gobierno local, será sancionada por abandono de servicio y desacato de órdenes, las cuales, asegura, ya no recibe desde hace meses, como parte del despido silencioso y el acoso laboral que enfrenta.
“Como lo dije en la manifestación, llevo meses sin tener órdenes, sin tener servicio, haciendo nada”, concluyó.
LG