Hace aproximadamente año y medio en Gómez Palacio se conformó el primer grupo de mujeres bomberas, quienes se sumaron al cuerpo de “apagafuegos” integrado anteriormente sólo por hombres. Su determinación y su firme convicción de servir al prójimo en las tareas de rescate, las llevaron a ser hoy reconocidas como las únicas mujeres bomberas de la Región Lagunera, tanto de la parte de Durango como de Coahuila.
¿Quiénes conforman el equipo?
El equipo está conformado por seis profesionales, de las cuales cinco son paramédicos certificados, y está liderado por Alma Elizabeth Puerta Picasso, brigadista de Protección Civil y Técnica Automotriz; Jessica Yessenia Reyes Ortega, enfermera y paramédico; Cristina García Pérez, paramédico; Alejandra Flores Zamarripa, paramédico y operadora de ambulancia; Irene Sánchez Vigas, licenciada de seguridad del estado, bombera, rescatista, paramédico, topo en el sismo del 2017; así como Saraí Salazar Sánchez, enfermera, estudiante, paramédico, voluntaria e integrante de los Buzos Castañeda.
El proyecto lo encabezó el actual director de Bomberos y Protección Civil de Gómez Palacio, José Miguel Martínez Mejía, quien presentó a la presidenta municipal Marina Vitela Rodríguez la propuesta de crear el equipo de mujeres “matafuegos”, el cual se aprobó casi de manera inmediata.
“La presidenta apoyó la idea a más no poder, ella siempre nos ha dado el apoyo y brindando las herramientas necesarias para que nosotros podamos estar aquí”, agregó Alma Elizabeth Puerta Picasso, la jefa de bomberas.
Labor fundamental
La aportación que hacen las mujeres dentro del departamento es fundamental, pues si bien hacen las mismas tareas que los hombres, ellas tienen los conocimientos para brindar la primera atención a personas accidentadas.
Puerta Picasso comenta que antes cuando había un choque el bombero rescataba a la persona del vehículo, y ahora, al ser ellas paramédicos, a los lesionados se les brinda atención pre hospitalaria mientras llega la Cruz Roja en los casos más graves.
Actualmente la cantidad de servicios que atienden varía, hay días en que no se presentan llamados, pero hay otros en que inclusive, no se ven.
“Entra una y se quita el equipo y sale la otra, por ejemplo cuando está muy seco, pues hay muchas malezas, cuando está lloviendo, hay muchos choques o se caen los árboles, varía mucho del clima, de que sí hubo un fin de semana largo que muchos tomaron y que hay muchos accidentes”, expresa la jefa de bomberas.
A cada una las une el deseo de servir y ayudar a los demás, y para Alma Puerta también esa parte de locura que sus familiares, o personas más cercanas les refieren por querer dedicarse a una profesión que las mantiene al borde del peligro, en la cual cada vez que acuden a atender un servicio de auxilio, desconocen la magnitud del riesgo que deberán tomar, sin embargo lo hacen.
“Creo que es algo que nos caracteriza, nos dicen ‘no, ustedes no están bien’, ninguna, pues no no estamos bien, porque mucha gente corre del peligro y nosotras al contrario tenemos el deseo de poder resguardar o poder proteger a las demás personas aunque nosotras estemos expuestas nuestra prioridad son las demás personas”.
Para Alma Puerta es un privilegio estar al frente de un grupo de mujeres valientes, en donde el ejemplo es la base de consolidar y fortalecer a un equipo de trabajo que cada día lucha por ser más profesional y mejores en su labor, por el bien de los ciudadanos no solamente de Gómez Palacio, sino de otros municipios de la región Lagunera, pues este cuerpo de bomberos, también acude a los llamados de auxilio en otros municipios cercanos.
“Si quieres que tu equipo te haga caso, hazte como ellos, que sea tu equipo y creo que somos un complemento, entre nosotras nos cuidamos y nos apoyamos, como mujeres siempre hay el celo de que nos peleamos por una cosa u otra, pero les digo somos hermanitas, cuídense, protéjanse entre ustedes y hasta ahorita tenemos buena relación”.
En el marco de la celebración del Día del Bombero, este 22 de agosto, estas mujeres dan el ejemplo de cómo el deseo y la pasión por servir, no tiene límites cuando naces con esa vocación, y pese al riesgo que implica, más que en otro tipo de actividad profesional, están dispuestas a salvar la vida de cualquier ciudadano en peligro.
Me gusta el trabajo: Jessica Yessenia Reyes Ortega
Tiene 30 años y es parte de las fundadoras del grupo de mujeres bomberas en Gómez Palacio, es soltera y actualmente vive sola; señala que nunca antes se había imaginado llegar a convertirse en “apagafuegos”.
¿Alguna vez pensaste en convertirte en bombera?
La verdad no, pero cuando se abrió la convocatoria y que nos dio la oportunidad la presidenta (Marina Vitela) pues me anoté.
¿Por qué te llamó la atención?
Por mis trabajos anteriores de enfermería y paramédico, si concordaban. Me gusta el trabajo.
¿Hasta el momento cuál ha sido la experiencia que más te ha dejado impactada?
Pues aquí tenemos muchas experiencias todos los días. Cuando es un servicio de emergencia prehospitalario, no nos preocupa pero tenemos que estar al cien por ciento y desde que salimos de aquí tenemos que estar concentradas para cuando lleguemos a la escena y ver lo que está pasando
¿Qué les dirías a las niñas que quieren ser bomberas?
Que la mujer puede hacer lo mismo o similar a los hombres y que es importante realizarse como mujeres, estudiar.
¿Cuál ha sido el trabajo más pesado que hayas tenido que hacer aquí?
A lo mejor no tan pesado porque nuestros compañeros nos apoyan mucho, y cuando a veces no podemos, los compañeros se unen y hacemos todo en equipo, por eso no se nos hace tan pesado, porque también nos acompañan lo que son las compañeras y los compañeros bomberos.
Tengo el respaldo de mi familia: Cristina García Pérez
A sus 22 años es mamá primeriza y actualmente su bebé tiene cuatro meses, vive con su esposo y además de su familia, también posee un gran compromiso con la ciudadanía en situaciones de riesgo.
¿Qué ha sido lo más complicado que te ha tocado vivir como parte de este grupo de bomberas?
Lo más complicado, pues justamente anteayer (sábado) fuimos a un servicio de un rescate de una persona que se lesionó en el “Cañón de la Encantada” y estuvo muy pesado el recorrido, y si andaba yo así como que “no ya no puedo” pero mis compañeros y compañeras me dijeron “no, vamos compañera, nosotros la apoyamos si somos uno mismo, y si se queda usted nos quedamos todos”, “todos subimos y todos bajamos” y ya fue la forma de que no me rendí, subimos hasta allá y sí estuvo muy pesado, y luego bajar al paciente, también fue algo muy pesado pero sí lo logramos.
Al final ¿Cuál es el sentimiento que se queda al atender a una persona?
Es algo muy padre, es una satisfacción muy padre, el poder ayudar a una persona es algo que no tiene palabras.
¿Cómo le haces para combinar ser mamá con tu labor de bombera?
Tengo mucho apoyo de mi esposo, es una parte muy importante, porque las horas que no estoy con la niña, él está conmigo apoyándome y si, a veces sí tenemos mucho tiempo aquí, y a veces nada más llego a verla dormir y en la mañana tengo que venirme otra vez, y así, pero sí, él me apoya mucho. Y mi mamá también que la cuida cuando mi esposo trabaja, entonces si tengo mucho el apoyo de mi familia.
Como nueva mamá ¿se te ha hecho pesado?
No, no se me ha hecho pesado por lo mismo, porque tengo el respaldo de mi esposo y de mi mamá que me apoyan mucho en cuestión de la niña.
¿Cómo surgió el deseo de ser bombera?
Una vez que vine aquí a una clase, porque yo soy paramédico, tuvimos una clase aquí de Cruz Roja, y me gustó, me llamó la atención, los camiones y el equipo, y dije, “si algún día se presenta la oportunidad pues quisiera ser bombera”.
Las mujeres también podemos: Alejandra Flores Zamarripa
De 33 años de edad y un año y medio como bombera, es mamá de una hija de trece años y por ella entrega lo mejor en su trabajo, pues quiere que se sienta orgullosa de su mamá por la labor que realiza de salvar a las personas.
¿Qué te orillo a pertenecer al grupo?
Bueno, yo duré en la Cruz Roja muchos años y en los servicios de emergencia, de rescate urbano, veía yo a los compañeros bomberos y desde entonces pues me gustó mucho la actividad que realizan ellos y estuve buscando de muchas maneras el poder pertenecer aquí a este cuerpo de bomberos pero no se me había dado la oportunidad.
¿Por qué no se te daba la oportunidad?
Anteriormente me negaban la entrada porque decían que las mujeres no eran bomberas, o sea me decían “no es que una mujer no puede ser bombera”, “no puedes entrar ahí no puede haber mujeres”, y hasta que llegó la presidenta, fue la forma que nos permitieron demostrar que las mujeres también podemos hacer este trabajo.
¿Qué les dices a esas personas que te decían que las mujeres no podían hacer este trabajo?
Pues ahora las personas que se negaban a aceptar esto, ya ven que es una realidad, ven que sí podemos, que se desempeña un trabajo muy bien hecho, trabajamos muy bien con los compañeros bomberos, y no ha habido ningún problema hasta ahorita.
¿Con quién vives?
Yo vivo sola con mi hija, mi hija tiene trece años. Pues nos llevamos muy bien ella y yo, ella está muy orgullosa del trabajo que desempeño, y ella le echa muchas ganas también a sus estudios, ella dice que es la manera de poder ayudarme estudiando mucho.
¿Qué les dirías a las niñas que quieren ser bomberas?
Que no dejen de soñar, a veces toma mucho tiempo pero nunca pierdan su objetivo, siempre hay que aferrarse a sus sueños hasta que los vean cumplidos, no hay de otra.
¿Es difícil como mamá desempeñar esta actividad?
Si es difícil, pero tengo el apoyo de personas que siempre están a mi lado. Sabemos que ahorita estamos aquí pero no sabemos si más al rato voy a estar.
CALE