Con el inicio de los Juegos Olímpicos en París, la Torre Eiffel ha vuelto a ser el centro de atención mundial, destacándose no solo como un icono arquitectónico sino también como un escenario impresionante para las competencias.
Adornada con los aros olímpicos, la torre se ha robado muchas miradas, y entre su estructura guarda un vínculo especial con el estado de Hidalgo.
Esta relación que hay se debe a que parte del hierro utilizado en su construcción se fundió en la localidad de La Encarnación, en el pueblo mágico de Zimapán, Hidalgo.
Durante la época del Porfiriato, las tierras de La Encarnación eran conocidas por su riqueza en minerales. Este recurso natural llevó a la construcción de fundiciones dedicadas principalmente a la explotación del hierro.
En estos altos hornos y chimeneas se forjaron barandales y herrerías destinadas a diversas ciudades de México y algunas piezas fueron exportadas a Europa para los cimientos de la Torre Eiffel.
Sin embargo, la época dorada de La Encarnación ha quedado en el pasado. Hoy, este lugar es descrito como un verdadero pueblo fantasma. A pesar de sus numerosas casas, los habitantes son escasos y sus calles están casi siempre vacías, contrastando drásticamente con el bullicio y la atención internacional que ahora rodea a la Torre Eiffel durante los Juegos Olímpicos.
¿Cómo llegar a Zimapán, pueblo mágico de Hidalgo donde se forjó la Torre Eiffel?
Si estás en Pachuca y deseas visitar el Pueblo Mágico de Zimapán, te presentamos las rutas que debes seguir, ya sea en transporte público o en tu automóvil.
Para quienes opten por el transporte público, deben dirigirse a la Central Camionera de Pachuca y abordar un autobús que recorra el siguiente trayecto: Pachuca – Actopan – Ixmiquilpan – Zimapán.
Si prefieres manejar tu automóvil, simplemente sigue el mismo trayecto: dirígete hacia Actopan, continúa hacia Ixmiquilpan y finalmente, llega a Zimapán.