La Navidad 2020 será muy diferente a las tradicionales posadas y fiestas decembrinas. Las luces darán brillo a los árboles y adornos multicolores de casas y comercios, pero esta vez las fiestas y cenas típicas de cierre de año serán muy íntimas, el distanciamiento social las reducirá y seguirán castigados los abrazos y besos.
En términos emocionales los expertos saben que socialmente nos enfrentamos a un momento complejo. La época favorita para dar abrazos grupales entre amigos y familiares está a la vuelta de la esquina, será el momento de demostrar que los últimos meses nos enseñaron a seguir en contacto sin la presencia física.
Los estragos de la pandemia se unirán a la depresión invernal, también conocida como trastorno afectivo estacional, que hasta diciembre pasado afectaba a entre 4 y 8 por ciento de la población general, en una proporción de cuatro mujeres por un hombre, según estimaciones del Seguro Social.
Pamela Villarreal Sánchez, psicóloga e integrante del equipo de atención a padres y orientación vocacional de la Ibero Torreón, considera que las fiestas de Navidad seguirán siendo significativas y no pierden su valor.
“El replanteamiento será cómo las vamos a celebrar, tras la contingencia hemos aprendido a seguir en contacto en la distancia”, dice la especialista con grado de maestría en Trastorno del Espectro Autista por el Centro Gestalt de Monterrey.
Admite que las personas que en confinamiento han manifestado depresión o padeciendo conflictos para manejar la soledad, pueden agravar su estado sin una red de apoyo.
Se refiere a amigos y familiares que establezcan un vínculo constante a través de videollamadas e incluso, en casos necesarios, para pasar la temporada a su lado estableciendo compromisos, como someterse previamente a una prueba covid-19 o usar cubrebocas al interior de la casa.
Pamela Villarreal apuesta por una Navidad 2020 como una oportunidad para redescubrir el significado de las fiestas, para valorar aquello que las prisas por las compras nos hacían perder de vista.
Sabe que no será fácil ante las lamentables pérdidas humanas, pero sostiene que la clave está en la empatía, y no en literalmente ponerse en los pies de otros sino admitir que reaccionamos, opinamos y pensamos diverso.
Diálogo con niños
Será necesario que los padres dialoguen con sus hijos sobre el contexto actual y las limitantes de aproximación física en aras de no poner en riesgo a la sociedad.
La psicóloga Edna Palomares Saldívar dice que los pequeños podrán entenderlo, ya que han demostrado que pueden adaptarse más rápido que muchos adultos.
La responsable del área Emocional del Centro de Psicología Infantil Educaly, recomienda enseñarles actitudes de empatía para entender a otros familiares que no podrán venir a casa.
Edna Palomares dice que la autenticidad es fundamental en la primera infancia y por ello cree que es momento de darles libertad de festejar, como ejemplo cita que en la decoración del hogar se les debe dar gusto a sus deseos.
La especialista con maestría en Psicoterapia Gestalt Infantil por el Centro Psicología Fritz Perls es directa al señalar que a los adultos nos toca ser fuertes a pesar de saber que hay muchas pérdidas que golpean nuestras emociones.
“Debemos poner empeño para decir a los hijos que la Navidad es una temporada para compartir, para amar y entonces encontrar opciones innovadoras de festejo como decorar, dibujar, cocinar o saludarse en una forma divertida”.
CALE