La población camina por el centro de la ciudad sin darse cuenta de las edificaciones que se encuentran y de la historia que guardan entre sus paredes; algunos de ellos, ubicados en el segundo cuadro de la ciudad y puerto de Tampico.
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Existe una calle que hace años se llamaba “Ribera” que data desde la fundación de Tampico, una ciudad que cumplió en 2023 dos siglos. Su nombre viene de la convergencia entre los ríos que rodeaban la ciudad: el Pánuco y el Tamesí.
“He escuchado que antes aquí había una fábrica de refrescos, pero exactamente no sé, creo que es ahí”, cuenta una mujer que trabaja en un local de la hoy calle Héroes del Cañonero (antes Ribera).
A media cuadra, en la acera norte, entre las calles Isauro Alfaro (antes Damas) y Aquiles Serdán (antes Espartal) hay una construcción pintada de blanco que pasa desapercibida; inclusive frente a una de las entradas, hay rieles de hierro que hace años dejaron de usarse.
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La primera embotelladora
Francisco Ramos Alcocer, historiador tampiqueño, informó que Leo Fleishman realizó un viaje a Tampico en 1911 y para 1912 ya estaba en funciones la embotelladora “La Pureza”, la que tenía una ubicación estratégica y cercana al movimiento portuario de la ciudad.
Para 1926, en ese edificio de la extinta calle Ribera, Tampico pudo tener la primera concesión de Coca-Cola en México y logró embotellar la bebida más popular de los Estados Unidos, para distribuirla en la región y diversos estados de la República Mexicana.
Es complicado que la población, que todo el día va y viene por las calles del segundo cuadro, sepa la historia de dicho espacio, que con el paso ha sufrido algunas modificaciones, pero no tiene alguna placa que pueda informar sobre la importancia de dicho sitio para la economía.
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Algunas cuadras más arriba de la histórica calle, una de las primeras trazadas de una ciudad bicentenaria, en lo que hoy es la calle Colón, hay una edificación de cuatro niveles que se construyó de 1921 a 1923. La dirección del ingeniero Rivera de Quiroga logró el Hotel Rivera, cuyo propietario fue Cesáreo Fernández González.
Dejó de funcionar en 1989 como un hotel, pero en épocas de bonanza en el puerto, albergó a personalidades de la política internacional, como el entonces presidente de Cuba, Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara, uno de los pilares de la Revolución Cubana.
Apenas el año pasado dicho edificio celebró un siglo y, aunque no todo es ocupado como hotel, una parte alberga el Rivera & Don Antonio Chavira, Hotel & Suites, una opción de hospedaje para los turistas y los habitantes de la zona sur de Tamaulipas, es decir, de alguna forma mantiene la esencia.
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Segundo cuadro
Hay una edificación que obliga a voltear la mirada hacia arriba, de observar las ventanas tapadas por maderas y la forma en que el paso del tiempo hace lo propio en sus muros. Se trata del edificio Ordorica, que de acuerdo con archivos históricos fue construido por el español Julián Ordorica, a principios de 1900, ya que en su momento corría el río Tamesí cuando aún no estaba desecado.
Dicha edificación fue utilizada para la comercialización de productos llamados “ultramarinos”, que se llamaba a todos aquellos productos importados de ultramar, e incluso mercancía traída por barcos españoles.
Se encuentra en la esquina que hoy conforman las calles Isauro Alfaro (antes Damas) y Héroes del Cañonero (otrora calle Ribera), el cual está totalmente desocupado esperando alguna restauración, mejora o definitivamente que el tiempo haga su trabajo.
La historia refiere que había familias que trabajaban en la industria petrolera que se quedaban en dicho edificio, ya que estaban cerca de sus trabajos y eso les evitaba recorrer largas distancias con el fin de llegar a su trabajo.
Fuerte Iturbide
En las cercanías de la Avenida Monterrey, en el segundo cuadro de Tampico, muy cerca del Canal de la Cortadura, en la calle Obregón, existen algunos indicios del Fuerte Iturbide, que tiene sus inicios en 1832, de acuerdo con los antecedentes históricos.
Se trata de un espacio fundamental en la historia del puerto, al ser la entrada a la ciudad por el río Pánuco; fue uno de los puntos de defensa para todas aquellas naves enemigas, además de ser un punto neurálgico en varias batallas.
A mediados de 2023, Desarrollo Urbano colocó sellos de clausura porque no tenía permiso para ser demolido.
VLSS