En la zona metropolitana de Oaxaca y su área conurbada, los negocios y establecimientos comerciales han reanudado con cautela, reserva y miedo sus actividades ante un rebrote en la red de contagios de covid-19.
El saldo de los más de cuatro meses en confinamiento, es de mil despedido, cierre definitivo de 300 negocios y pérdidas económicas de casi mil 500 millones de pesos.
“El desempleo de trabajadores es evidente, porque muchos negocios para sobrevivir tuvieron que recortar su personal para aguantar el pago de nómina y de rentas, los que pudieron sobrevivir han reanudado, hubo muchos que ya no lograron y cerraron de forma definitiva”, informó el presidente de la Cámara del Pequeño Comercio (Canacope) Salvador López.
Dijo que se iniciará un censo pormenorizado para tener la cifra real y conocer cuántos negocios ya no van abrir, y cuanto continuarán, pero adelantó que en la micro empresa, en lo que respecta a la Canacope, cerraron sus cortinas y puertas de unos 25 negocios.
Dijo que la ayuda ofrecida para mitigar los efectos económicos en la contingencia por la pandemia fueron insuficientes, “hubo un créditos que ofreció por un lado el gobierno federal por más 25 mil pesos y del gobierno estatal a través de Banco Oaxaca de 20 mil pesos, pero pocos de nuestro agremiados y socios lograron acceder a los mismos por la tramites y requisitos”.
Agregó que de la Canacope solo 15 dueños de 250 negocios que lo demandaron el apoyo, lograron calificar para ser sujeto de los respaldos.
Mientras que en lo que respecta al programa de empleo temporal solo 12 de 250 empresas alcanzaron a ser favorecidas, el resto no lo logró, ya que son empresas familiares y el requisito es que las micro empresas tuvieran trabajadores inscritos al IMSS.
Miedo a rebrote de contagios
Mario Rodríguez, dueño del Terranova, -una de las cadenas de restaurantes más importantes en el centro histórico de Oaxaca-, vivió con cautela este regreso a las actividades, porque si no hay disciplina en la ciudadanía en el manejo de las medidas preventivas, hay riesgo de que haya un rebrote y en consecuencia los giros comerciales volverán a cerrar, como ocurrió recientemente en siete estados que transitaron al semáforo rojo al naranja, pero han vuelto al rojo por no ajustarse a las medidas de prevención.
“Nosotros comenzamos con miedo, por que no queremos regresar al semáforo rojo, porque ello agravaría nuestra situación económica”
Detalló que muchos de los negocios que abrieron lo han hecho con reserva, acatando los lineamientos y protocolos, preventivos y sanitarios, y con un 30 por ciento de su capacidad y de atención.
“En nuestro casos suspendimos el servicios de bufete, y habilitamos solo 10 de 30 mesas que tenemos, y hacemos valer el protocolo sanitaria de uso de gel, lavado constante de manos, sana distancia, tapetes sanitizantes y filtros de ingreso con uso de termómetros, uso de cubiertos desinfectados, además de nuestros meseros usan caretas y cubrebocas y guantes para brindar la atención a la clientela”.
Dijo que el confinamiento género una daño “terrible” para los negocios y comercios,debido a que Oaxaca es una ciudad que vive del turismo.
El centro histórico de Oaxaca tiene un filtro de acceso en esta nueva normalidad, hay una persona que revisa la temperatura, ofrece gel antibacterial y dota de cubrebocas a la gente que hace uso del espacio público en la alameda, frente a la catedral y en el zócalo.
Se amplía capacidad de atención médica en Oaxaca
En director general del Instituto Nacional para el Bienestar (Insabi) en Oaxaca, Juan Antonio Ferrer, y el gobernador Alejandro Murat acordaron un nuevo protocolo para fortalecer las acciones en atención a la salud de la población ante la contingencia sanitaria, particularmente con la ampliación de 25 a 42 camas del Hospital de Especialidades de Juchitán de Zaragoza convertido en unidad covid-19, y donde hubo quejas por falta de equipo de protección para el personal médico.
En este plan, Ferrer afirmó que además de duplicar la entrega de insumos y equipos de protección se incorporarán 450 médicos más para reforzar la primera línea de batalla ante la pandemia en los hospitales.
El titular del Insabi expuso que ante el incremento considerable de casos de contagio de covid-19 en la región del Istmo de Tehuantepec, se ampliará de 25 a 42 camas del Hospital de Especialidades de Juchitán de Zaragoza, así también a través de la Coordinación Nacional Médica serán incorporados 450 médicos.
Además anunció que en los más de 500 Centros de Salud de la entidad, contarán con un médico, enfermera y promotor de la salud, y de manera coordinada con el gobierno de Oaxaca, se incorporarán a las parteras tradicionales para ayudar el nacimiento de niñas y niños y con ello reducir la muerte materna en la entidad.
Señaló que se brindará infraestructura, equipo, instrumental médico y medicamentos de calidad que permita atender la contingencia causada por la pandemia.
ledz