La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), a través del Centro Mexicano de La Tortuga (CMT) ha atendido 32 ejemplares de tortugas marinas de la especie prieta (Chelonia mydas), y dos de Golfina (Lepidochelys olivacea), tras intoxicarse debido a la marea roja en Oaxaca desde el pasado 26 de diciembre, de las cuales sólo 11 se mantienen con vida.
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“De los ejemplares recibidos, se logró medicar a 22, sin embargo, hubo decesos debido a que venían muy débiles, por lo que actualmente se encuentran en recuperación 11 tortugas (10 prietas y una golfina) de las cuales se mantiene un diagnóstico reservado”, informó la dependencia en un comunicado.
Cabe recordar que en días previos la Profepa informó que 292 tortugas marinas de las especies Prieta (Chelonia agassizi) fueron encontradas muertas a finales del pasado mes de diciembre en diversas playas de Oaxaca, por intoxicación debido a la ingesta de salpas en microalgas.
AL respecto, la Conanp informó en un comunicado que desde el pasado 26 de diciembre, prestadores de servicios turísticos de San Agustinillo y Mazunte observaron quelonios a la deriva en el litoral y los reportaron al CMT, por lo que fueron trasladados al centro especializado, y de la necropsia realizada a los ejemplares muertos, “se encontró que el intestino y el estómago estaban saturados de salpas y con las paredes de dichos órganos sumamente dañados”.
Explicó que las salpas son organismos de cuerpo gelatinoso y casi transparente (con frecuencia confundidos con medusas), los cuales, son movidos por las corrientes marinas; son filtradores y generalmente inofensivos, salvo que lleguen a coincidir en áreas con presencia de marea roja, que es un fenómeno que incrementa la disponibilidad de agentes tóxicos que son consumidos por las salpas.
Al ser consumidas las toxinas propias de la marea roja, en este caso por las tortugas, les provoca parálisis del sistema motriz y con ello incapacidad para moverse y salir a respirar, causándoles la muerte por ahogamiento e intoxicación.
De tal forma, la atención del equipo técnico del CMT, en primera instancia se enfocó a aplicar a cada ejemplar carbón activado, seguido de purgante rojo a través de una sonda, así como antihistamínicos, desinflamatorios y sueros.
Durante su recuperación, se les mantuvo fuera del agua y posteriormente se les reintrodujo en piletas ayudadas por chalecos flotadores para impedir ahogamientos.
La observación, hidratación y atención con medicamentos es permanente; se realizan los procedimientos médicos veterinarios, de acuerdo al conocimiento de los especialistas del CMT. Los quelonios que han presentado mejores condiciones, se les han retirado los chalecos y están en observación para ver si necesitan apoyo para mantenerse a flote.
kvd